Nuestra 'guerra sucia'
En ningún periódico me han explicado con profundidad en qué consiste la guerra sucia. Si hiciéramos caso a las explicaciones anecdóticas o a los comentarios entrecortados de diferentes personajes, parecería como un juego sangriento entre buenos y malos. Pero se da la circunstancia de que esta guerra sucia entre el Estado y ciudadanos acusados de ciertos delitos de terrorismo se produce acompañada de otros hechos sociales y públicos que influyen o pretenden influir a la opinión pública sobre la validez o permisividad de tales atropellos del Estado. El plan del Gobierno González para acabar con ETA es un plan político y policial; pero que nadie dude sobre los principios políticos que le inspiran: apoyarse en los deseos de tranquilidad de las capas medias para eliminar física y sigilosamente a los terroristas sin alterar el orden público. Así empezó el último Gobierno peronista en Argentina y su tarea fue que terminaron los militares. /