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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

TVE y los católicos ofendidos

Una vez más escribo a su periódico para manifestar mi protesta por la falta de respeto que TVE hace a los sentimientos de todos los que somos católicos españoles. En el programa Buenas noches del 29 de enero tuvimos que soportar una serie de opiniones que, una vez más, pusieron de manifiesto la poca altura de nuestras mentes intelectuales, y, que más que escándalo me causaron un profunda tristeza como española.Entre otras muchas cosas, se citó una frase muy desafortunada, por cierto, de uno de los asistentes, en que afirmaba que "Cristo era un anticlerical". La explicación que dio su autor no me parece suficiente para aclarar la confusión a que ella puede dar lugar. Lo primero que quisiera decir es que la frase en sí es una incongruencia total y demuestra una completa falta de formación religiosa. Si Cristo reprendió severamente a los escribas y fariseos, fue por su manera de ejercer la función que se les había encomendando, no porque es tuviera en contra de ella o de sus ministros. De hecho, Él no vino a abolir el sacerdocio según el Antiguo Testamento, sino que lo asumió y lo llevó a su plenitud, y Él mismo fue constituido Sumo Sacerdote Eterno. No es lógico, pues, que esté en contra de sí mismo. Para asegurar la prolongación visible en el mundo de su sacerdocio eligió a los apóstoles y a sus sucesores, asegurándoles su presencia en ellos con aquellas palabras: "El que os escucha a vosotros, a mí me escucha, y el que os rechaza, a mí me rechaza. El hecho de que a través de la historia haya habido hombres que, haciendo uso de su libertad, no hayan sido fieles a la misión encomendada no es argumento válido para afirmar que Cristo era un anticlerical. No encasillemos a Dios en la estrechez de nuestras miras humanas. La grandeza de su amor estriba precisamente en que nos ama y seguirá amándonos, no sólo "a pesar de", sino precisamente a causa de nuestra pobreza y miseria humana. / Mercedes Soto.

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