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Avalancha de estrenos cinematográficos

Pedro Costa Musté, en el lugar de los hechos

Pedro Costa Musté, barcelonés de 42 años, ha esperado varios lustros para realizar su primera película. Aunque fuera diplomado en la Escuela Oficial de Cinematografia, centró su actividad en el periodismo (El Caso, Cambio 16, Posible, Interviú). El cine le seguía importando pero con mayor distancia: intervino en las Conversaciones de Sitges de 1969 donde propugnó "un cine libre e independiente de cualquier estructura política, económica y burocrática".El caso Almería no nace, sin embargo, de esa soñada libertad. Rodada con discreción y con distinto título (Viaje al Sur), recibió presiones y amenazas: "El portero del inmueble de Madrid se indignó cuando supo lo que rodábamos y quiso impedírnoslo; mientras rodábamos el juicio, se recibían llamadas comunicando la existencia de bombas; no quisieron alquilarnos los uniformes; no pudimos rodar en los lugares auténticos..." aunque el guión del filme, mientras tanto, había sido leído en el Ministerio del Interior y por miembros responsables de la Guardia Civil.

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Costa Musté quiso centrar el nudo de su película en la lucha mantenida por el abogado de la acusación particular (Mario Aguilar en la película, Darío Fernández en la vida real), "contra las fuerzas vivas de la provincia". "Todos querían", dice el director refiriéndose a los productores que leyeron el guión, "hacer un nuevo Crimen de Cuenca, con profusión de escenas de torturas. Pero nos negamos. Nuestra intención fue siempre la de tocar, sin amarillismo, una realidad cercana y creo haber conseguido un filme honesto y riguroso."

Según informa Pedro M. de la Cruz desde Almería, donde tuvo lugar el estreno oficial de la película, el abogado Darío Fernández no acudió a la proyección. Sin conocer la película, el letrado almeriense declaraba: "Cualquier creación intelectual es encomiable siempre que esté dirigida por una voluntad de mensaje que enlace desde los hechos acaecidos a una proyección reflexiva como valor añadido a las actuaciones. Si en esta línea se ha movido el director, pienso que puede ser un trabajo lícito, y si por el contrario ha utilizado recursos fáciles, entiendo que aparte de dañar sentimientos estimables, confunde con descenso a la demagogia a los espectadores que no sepan digerir un producto que no debe estar en manos de aficionados". "Como fuente de mi conocimiento directo y personal", añadía Darío Fernández, "debo resaltar que el señor Costa no ha tenido la dedicación mínimamente exigible a un responsable conjunto de guionista-director y las premuras, consecuentemente, pueden pagarse caras".

Investigar la realidad

Pedro Costa Musté afirma que convivió con Darío Fernández durante quince días, y de cuyo discurso final en el juicio se ha entresacado el que figura en la película, considera que "el cine es también una forma de investigar la realidad. Creo haber hecho una película popular, de fácil entendimiento, un poco en contra del cine de autor".El estreno de la película en la ciudad que le da título fue seguido de un coloquio en Radiocadena Almería en el que participaron el director de la película, varios periodistas almerienses y el público asistente. Según el corresponsal de EL PAÍS en Almería, la mayoría de los espectadores que hicieron uso de la palabra coincidieron en señalar la no excesiva calidad de la cinta, aunque reconocieron lo atractivo del tema y la valentía que Pedro Costa había demostrado al abordarlo.

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