Las nuevas amenazas de Hassan II
Los disturbios sangrientos que tuvieron lugar en los últimos días en Marruecos fueron fomentados, según la explicación instrumental que les dio el rey Hassan II en la alocución pronunciada la noche del domingo, por un triple compló exterior, "comunista, sionista y jomeinista". Ello no impidió que el monarca dirigiera una seria y dura advertencia, cuya eficacia ha demostrado ya ayer la práctica paralización total de disturbios y manifestaciones, "a los niños de los colegios, que los agitadores colocan delante de las manifestaciones pensando que la fuerza pública no les atacará", y que de ahora en adelante serán tratados, según recalcó el rey, "exactamente igual que los adultos".También amenazó el monarca a los profesores "que incitan a la h uelga, y que sabemos quiénes son, y participan en las manifestaciones". El rey les advirtió que contra ellos serán aplicadas las leyes del protectorado, que, según dijo, Marruecos mantiene vigentes desde la independencia.
Esas leyes fueron promulgadas por las autoridades coloniales francesas para mantener aplastado el Movimiento Nacionalista Marroquí, que empezaba a rebelarse por los años treinta y cuarenta, y la definición del delito de alteración del orden público y del atentado contra la seguridad delEstado es tan amplia que prácticamente deja al criterio de los jueces la catalogación del hecho delictivo. Estas leyes fueron esgrimidas por los jueces en 1981 contra los militantes socialistas y otros detenidos, a raíz de los sucesos sangrientos de Casablanca de junio, y suscitaron una interesante controversia jurídica promovida por los abogados marroquíes, que entienden que dichas leyes han quedado tácitamente derogadas con las Constituciones marroquíes de 1962 y 1972.
Mucho más importante aún, cargada de implicaciones históricas y susceptible de abrir viejas heridas nacionales, es la amenaza expresada por el rey contra las poblaciones rifeñas y bereberes del norte de Marruecos y "contratodos los intentos de subversión". Hassan II les recordó la firmeza con que él mismo, cuando aún era príncipe heredero y posteriormente, hizo frente a intentos subversivos parecidos.
En opinión de algunos norteños, esta advertencia no sólo no es nada conciliadora para la población del norte de Marruecos, que se siente abandonada y olvidada por el Marruecos central y más favorecida en los presupuestos del Estado, sino que además les viene a recordar innecesariamente la represión sangrienta de las revueltas del Rif de 1958 por el entonces príncipe heredero Mulay Hassan y quien era su brazo derecho, el coronel Mohamed Ufkir. Esas revueltas duraron prácticamente hasta la pacificación del Rif en 1963, y compararlas con los sucesos actuales de Nador, Tetuán, Uxda y Alcazarquivir les ha parecido desproporcionado a los norteños.
La única buena noticia de la alocución real es la promesa de que no serán aumentados de nuevo los precios de los artículos básicos de consumo. Es necesario precisar, sin embargo, que las promesas del Gobierno marroquí en este sentido no gozan ya de ninguna credibilidad. La única esperanza que queda a este respecto, han indicado a EL PAIS fuentes sindicales, es que, puesto que el propio rey Hassan II ha empeñado ahora su palabra, los precios no aumenten.
En cualquier caso, los economistas marroquíes se preguntan cómo logrará el Gobierno de Marruecos ese milagro, dadas las presiones del Fondo Monetario Internacional, la urgencia del presupuesto de finanzas por recobrar los más de 40.000 millones de pesetas que van anualmente a la caja de compensación de los productos básicos de consumo y sobre todo la necesidad de Marruecos de seguir recurriendo al crédito externo.
A los escolares
Este problema, que Marruecos confronta con los precios de los artículos de consumo, fue, curiosamente, imputado por el soberano a "los sacrificios que el Estado lleva a cabo para mantener la gratuidad de la enseñanza", y dijo, dirigiéndose a los escolares, que "si el Estado pudiese disponer tan sólo del 50% de esos gastos de educación sería posible incluso reducir los precios de algunos artículos de consumo básicos".Lo que resultaba ayer verdaderamente interesante era la explicación del triple complá exterior que daba el diario Le Matin en un editorial del director y primo del rey, Mulay Ahmed Alaui. "El compló comunista", escribía Alaui, "se debe a que la cuarta cumbre islámica ha manifestado su solidaridad con Aiganistán y los muyahidines (combatientes) afganos, y a que la URSS ha sido abiertamente condenada y denunciada".
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