Los constructores de material ferroviario urgen la firma del contrato de Renfe

La media docena de empresas dedicadas a la construcción de material ferroviario rodante se ha dirigido a la Administración para solicitar la firma urgente del contrato programa de Renfe y la discusión del Plan General Ferroviario como único medio para poder cuantificar la futura demanda y acometer un miniplán de reconversión para el sector, cuya supervivencia se ve seriamente amenazada por la caída de los pedidos, que supone el peligro de cerrar este año con casi 7.000 despidos y de entrar en una crisis irreversible durante 1985.Según Enrique Galavís, director general de la Asociación de Constructores Españoles de Material Rodante Ferroviario (CEMAFE), la cuantificación de la demanda futura es imprescindible para el sector, que cuenta con una capacidad productiva de entre 60.000 y 70.000 millones de pesetas anuales, con 9.872 puestos de trabajo directos y otros 10.000 indirectos. Sin embargo, la facturación para 1983 se ha situado en 26.162 millones de pesetas, será de 17.975 millones en 1984 y, lo que es más grave, las previsiones para 1985 se limitan a 1.962 millones, con una caída al 5,8% respecto a la facturación registrada el pasado año.

Como consecuencia, las empresas del sector deberán afrontar que solamente el 50,5% de sus plantillas estará ocupado, porcentaje que disminuirá al 30,6% durante el tercer cuatrimestre de este año. El desempleo previsto, pues, podría afectar a 3.300 trabajado res en el primer cuatrimestre, a 4.500 en el segundo, y a 6.900 en el tercero.

Un momento crítico

Galavís, por otra parte, recuerda que el sector se acomodó (incluso algunas empresas emprendieron planes de aumento de capacidad) a raíz de la presentación, en 1980, de un Plan General de Ferrocarriles que estimaba una demanda anual de material rodante ferroviario en torno a los 31.262 millones de pesetas anuales hasta 1991."Nosotros somos conscientes de las dificultades que está atravesando Renfe", indica Galavís, "y no pretendemos que nos soliciten los suministros fijados en aquel momento, pero tampoco queremos acometer un plan de reestructuración que podría suponer un suicidio inútil".