Las futuras pensiones de la Seguridad Social bajarán en cuantía al 65% del salario del trabajador en activo

Las pensiones de la Seguridad Social, hasta ahora fijadas en torno al 90% del salario del trabajador en activo, se situarán con la nueva ley en el 65% de dicho salario, según los anteproyectos que maneja actualmente el Ministerio de Trabajo, en contacto con el de Economía y Hacienda. Con ello, se intenta contribuir a resolver los problemas financieros de la Seguridad Social y aproximarse a los criterios de otros países. Si prospera el proyecto, cuando la ley entre en vigor, a partir del próximo año, las más de 200.000 personas que se incorporen cada ejercicio al colectivo de pensionistas de la Seguridad Social recibirán prestaciones muy inferiores a las que les correspondería si fuera posible mantener la actual situación.

La reforma del sistema de pensiones de la Seguridad Social impondrá una nueva concepción de las percepciones que rebajará considerablemente la cuantía de las mismas, aunque, paralelamente, garantizará su revalorización automática, según afirmó ayer Luis García de Blas, secretario general de la Seguridad Social. Dentro de las actuaciones emprendidas en este área, un futuro real-decreto establecerá la revisión médica periódica sobre las situaciones de invalidez para evitar el posible fraude y retirará la exención fiscal a este tipo de pensiones.Dentro de la reforma general de la Seguridad Social, el Ministerio de Trabajo estudia un nuevo tipo de cálculo para la percepción de las pensiones, siguiendo modelos ya experimentados en otros países occidentales. En este sentido, Luis García de Blas señaló que el sistema de coeficientes alemán -calculado en base a las aportaciones realizadas por el trabajador a lo largo de su vida laboral- entrañaba dificultades de gestión que hacían inviable su aplicación, por lo que previsiblemente se iría a otra fórmula que diera resultados semejantes, tales como el 65% de la última base reguladora, o la media de las cotizaciones de los últimos cinco años. Actualmente está fijada en dos, pudiendo el beneficiario elegir entre los dos que más le favorezcan dentro de un período de 10 años cotizados.

En cualquiera de los casos, subrayó, el objetivo sería que los pensionistas percibieran el 65% de su salario en activo. Según los expertos consultados, el crecimiento vegetativo del número de pensionistas -para 1984 se estima en el 3,92% respecto a los cinco millones de pensiones existentes, porcentaje que se mantendrá en los próximos años, debido a la estructura de edad de la población activa- es uno de los problemas más graves de la Seguridad Social, cuya situación financiera ha sido calificada de quiebra por el propio ministro de Economía, Miguel Boyer.

Aumento de costes

Por efecto de la sustitución de personas que fallecen por nuevos jubilados u otro tipo de pensionistas -inválidos, viudas, huérfanos, etcétera-, el coste del aumento de la pensión media sube cada año en casi un 3%. Ello obedece a que salen pensionistas antiguos, con prestaciones bajas, y entran nuevos, con pensiones sensibleniente superiores a la media. Unido a otros factores, como la extensión de la Seguridad Social a nuevos colectivos, dicho fenómeno provocará que en 1984, por ejemplo, el púlesupuesto de gastos en pensiones, próximo a los dos billones de pesetas, se eleve en cerca de un 17,5%, cuando la revalorización media de las pensiones apenas será del 51%.. Esta tendencia es precisarriente la que puede ser contenida con la nueva ley.

De otro lado, la reducción del nivel de partida de las pensiones puede abrir un amplio campo de actuación a los sistemas complementarios de protección, aunque algunos responáables del ministerio de Trabajo no son muy optimistas al respecto. En dicha posibilidad confían desde hace años las compañías de seguros,y otros intermediarios financieros.

A juicio del secretario general de la Seguridad Social, no puede mantenerse en el futuro la proporcionalidad entre los salarios reales y las pensiones, razón por la que en un sistema más racional hay. que actuar sobre su cuantía, garantizando, a la vez, su revalorización. En esta línea se inscriben otros de los objetivos que recogerá la futura ley. Actualmente se manejan vanas hipótesis para la revalonzación de las pensiones, tomar como referencia la inflación prevista o el incremento de los salarios.

Defectos graves

García de Blas subrayó que la reforma de la Seguridad Social no tiene sólo como causa la crisis financiera, sino que el sistema tiene defectos graves. A este respecto citó incoherencias como las que se dan entre la posibilidad de concurrencia de pensiones por regímenes distintos, o que las jubilaciones por invalidez sean superiores a las de jubilación, aunque en el segundo caso se dé un período de cotización mayor. Respecto al primer caso, la idea del Ministerio de Trabajo es igualar los régimenes especiales, de manera que no pueda darse la concurrencia de pensiones por cotizaciones distintas.

Por lo que se refiere a las pensiones de invalidez las actuaciones comenzaran con carácter inmediato. El Ministerio de Trabajo tiene ya preparado un decreto que establecerá las revisiones médicas con carácter periódico. Al mismo tiempo, la nueva normativa quitará la exención fiscal a este tipo de pensiones que no tienen las de jubilación.