Los partidos vascos, pendientes de la inminente convocatoria de las elecciones autonómicas

La reunión que, ayer celebró el Gobierno vasco en la sede presidencial de Ajuria Enea en Vitoria despertó gran expectación en los círculos políticos de la comunidad autónoma, que esperaban que Carlos Garaikoechea anunciase la fecha de convocatoria de las elecciones autonómicas. Sin embargo, el Gobierno vasco no había abordado hasta ayer, de forma oficial, el calendario electoral. Dada la proximidad del agotamiento de la legislatura, las hipótesis apuntan hacia el último domingo de marzo para las elecciones.

A medida que se avecina la fecha límite para que la actual legislatura se agote, los partidos políticos vascos se han mantenido a la expectativa, acaso con impaciencia, de que Garaikoetxea convoque elecciones autonómicas en el plazo más breve posible. Teniendo en cuenta que la ley Electoral, recién aprobada en el Parlamento vasco, prevé que transcurran 36 días como mínimo y 45 como máximo desde la firma del decreto de disolución del Parlamento hasta la convocatoria de los comicios, las fuerzas políticas vascas esperan que durante esta semana el lendakari tome una decisión sobre la fecha de disolución del Parlamento.Aunque no todas las fuerzas políticas del País Vasco tienen ultimadas sus listas de candidatos, se puede decir que la maquinaria electoral de los partidos estaba preparada algunos días antes de que finalizara el año 1983.

Carlos Garaikoetxea siempre ha insistido en su voluntad de agotar la legislatura, a pesar de que desde otras fuerzas políticas, incluso desde las filas de su propio partido, le han apremiado para que la convocatoria de elecciones se realizara de forma inmediata. Sin embargo, teniendo en cuenta que el plazo máximo expira el 31 de marzo, se puede considerar que cualquier fecha propuesta a partir de esta semana no supone un acortamiento sustancial del período previsto.

Mientras el hermetismo ha predominado en los círculos próximos al ejecutivo autónomo desde el Partido Nacionalista Vasco comenzaban a filtrarse, hace ya dos. semanas, las fechas posibles de convocatoria de elecciones; la más probable es el 26 de febrero. El presidente del Ejecutivo autónomo, por su parte, descartaba el juego de las apuestas Y se limitaba a repetir insistentemente que su intención era llegar hasta el final de la legislatura.

Según la ley de Gobierno aprobada en 1981, le corresponde al lendakari exclusivamente la potestad de disolver el Parlamento autónomo y la convocatoria de elecciones, previa deliberación del Gobierno. Fuentes próximas a Ajuria Enea confirmaron ayer a este periódico que Carlos Garaikoetxea está aplicando celosamente la normativa legal, puesto que hasta ayer éste no ha sido un tema que se haya abordado en las últimas sesiones del consejo del Gobierno vasco.

Ya en la crisis en las filas nacionalistas a principios de año, el lendakari llevó a cabo sus planes en el más absoluto secreto, hasta el punto de sorprender con su plante a la mayoría de los consejeros de su Gabinete. Ahora se puede decir que su decisión sobre la fecha de convocatoria de elecciones forma parte también del sumario personal del presidente de la comunidad autónoma.

Censo estatal

La Junta Electoral Central del País Vasco, por su parte, celebró la pasada semana una reunión con carácter consultivo, a fin de organizar y coordinar todos los datos del censo, cuya elaboración corresponde a la Dirección General de Estadística del Gobierno vasco. Pero el mencionado organismo ha tenido que recurrir al censo estatal para tener en su poder las listas de ciudadanos empadronados, puesto que sus últimos datos son todavía del año 1982.De no ser por la proximidad de la fecha límite que marca el agotamiento de la legislatura, los partidos políticos no estarían tan pendientes del anuncio oficial de Carlos Garaikoetxea de la próxima convocatoria de elecciones autonómicas.

Por su parte, el secretario general de los socialistas vascos, Txiki Benegas, que se reunió con militantes de su partido en las localidades vizcaínas de Ortuella y Gallarta, explicó que la campaña socialista "estará ausente de descalificaciones", por entender que los ciudadanos vascos están hartos de enfrentamientos entre las diferentes opciones políticas. Sin embargo, Benegas criticó al Gobierno vasco, "socialmente minoritario", al que acusó de tratar de imponer sus ideas a toda la sociedad en base a proyectos legislativos votados con el único apoyo del PNV, "es decir, con el 22% del censo electoral".

Según informa la agencia Efe, Benegas también denunció la existencia de una nueva oleada de cartas de ETA que piden el impuesto revolucionario, sobre todo en Guipúzcoa. Pidió a los empresarios que "no se caiga en la tentación de entregar dinero a ETA, porque los que cobraban el impuesto revolucionario ya no están en el sur de Francia".

Benegas consideró "importantes" las últimas medidas francesas contra ETA, pero añadió que "esto no significa que se pueda predecir el fin de ETA".