CEOE y Unión General de Trabajadores se reunen hoy para intentar desbloquear las negociaciones sobre el acuerdo salarial

Representantes de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE-CEPYME) y de la Unión General de Trabajadores (UGT) intentarán hoy realizar un definitivo intento para sentar las bases del acuerdo salarial para 1984. Las dos organizaciones coincidían ayer al afirmar que el pacto era prácticamente imposible. La patronal continúa defendiendo su límite de banda salarial en el 7,5%, salvo que el Gobierno cambie su política monetaria, mientras UGT ha hecho cuestión de principio de que el 8% esté incluido en la banda salarial. El comité confederal celebrado ayer aprobó, con una sóla abstención, el informe de gestión presentado por el secretario general, Nicolás Redondo, y una última oferta de banda salarial del 6% al 8%, con revisión semejante a la del pasado año. Si no hubiera acuerdo salarial, exigiría incrementos del 8%.Patronal y UGT volverán a discutir hoy sus respectivas posiciones de cara a la negociación salarial de 1984. Sin embargo, las dos partes insisten en que sus posturas son inamovibles. Fuentes de la patronal subrayaban ayer que el tope del 7,5% en la banda salarial estaba suficientemente justificado. Y en este aspecto, señalaron que aceptar una banda cuya parte alta estuviera en el 8%, significaría que los incrementos reales superarían por empresa la inflación prevista, a pesar de que se incluyera una cláusula que lo prohibiese.

Los razonamientos de la patronal son que los convenios sectoriales suelen sobrepasarse al aplicarse en las empresas a causa de los deslizamientos (antigüedad y subida de categorías). Y la única forma de evitarlo es dejar un margen en los convenios de ámbito mayor que corrijan esta tendencia. La CEOE, dicen sus dirigentes, quiere cumplir las previsiones del Gobierno. Una banda salarial que supere el 7,5% incrementaría costes salariales que obligaría a las empresas a buscar financiación. Al estar ésta recortada, como consecuencia del incremento del gasto público, la única solución de reducir costes laborales sería el despido. En consecuencia, la patronal sólo ve dos soluciones: o rectifica el Gobierno su política monetaria, o UGT rectifica su propuesta.

La disminución del gasto público, que propone la CEOE como fórmula para aumentar los recursos financieros, choca, sin embargo, con la idea del Ejecutivo que ve muy difícil actuar en este área. Fuentes de CC OO afirmaban ayer a este respecto que si se actuase en la línea de reducir el gasto público, iría en detrimento del poder adquisitivo global de los salarios, al producirse menores atenciones sociales.

Inflación y costes

Así las cosas, la única alternativa quedaría en manos de UGT, que tiene ya suficientes dificultades para convencer a sus bases de las bondades de un acuerdo cuyo incremento salarial medio se situaría en el 6,5%. El debate que en este sentido se produjo en el comité confederal de ayer fue muy duro y la propuesta de que en los incrementos salariales se incluyeran todos los deslizamientos fue rechazada, con lo que la banda 6%-8% llevaría a incrementos de costes por encima de la inflación.En círculos cercanos al Gobierno se confiaba ayer en que finalmente el acuerdo habría de producirse "por interés nacional", a pesar del pesimismo expresado por la patronal y UGT. Sin embargo, medios de la CEOE señalaban que "ya firmamos un acuerdo el año pasado por responsabilidad política; en esta ocasión esa responsabilidad es del Gobierno y de la UGT". Una negociación libre, además del grado de conflictividad que aportaría, según cálculos empresariales significaría incrementos reales mayores.