La Pascua Militar de la normalidad
La Pascua Militar celebrada ayer y anteayer en el Palacio Real y en los cuarteles generales de los tres ejércitos es la primera que, desde el inicio del actual proceso democrático, se desarrolla en un ambiente de normalidad y serenidad, sin que sobre los actos hayan planeado la sombra del peligro involucionista o la convulsión de un golpe terrorista reciente contra algún miembro de las Fuerzas Armadas. Por eso, la conmemoración de este año ha sido ampliamente definida como "la Pascua Militar de la normalidad".El pasado año, incidieron negativamente sobre la fecha el accidente sufrido por el Rey mientras esquiaba en Suiza, la descubierta maniobra involucionista del 27-O y las recién celebradas elecciones generales. En 1982, el Manifiesto de los Cien de un mes antes y la proximidad del juicio contra los golpistas del 23-F. En 1981, la campaña ultra en favor del carácter militar de la Guardia Civil y los preparativos de lo que sería el golpe de Estado registrado mes y medio más tarde. En 1980, el reciente descubrimiento de la Operación Galaxia. En 1979, el asesinato del gobernador militar de Madrid, Constantino Ortín Gil, registrado días antes. En 1978, los brotes involucionistas y la politización de las Fuerzas Armadas. En 1977 y 1976, los recelos militares ante la transición política y la subsistencia del terrorismo tras la dictadura.
El ambiente distendido y no falto de humor que ayer se observaba en el Palacio Real, en pleno desarrollo de una profunda reforma militar apoyada inequívocamente por el Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas, es representativo del inicio de un nuevo clima que se intenta crear en la institución militar.
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