El Rey pidió colaboración "sin dudas ni reservas", con las reformas militares emprendidas por el Gobierno

El rey Juan Carlos pidió ayer colaboración, "sin dudas ni reservas", con las reformas militares emprendidas por el Gobierno durante el solemne acto de la Pascua Militar, celebrado en el palacio Real y presidido por los Reyes. El Jefe del Estado también exhortó a la unidad de las Fuerzas Armadas y a la autenticidad en la conducta de sus integrantes. "No es suficiente repetir las palabras" -más adelante habló del compañerismo, el honor, la disciplina y el patriotismo-, "y pronunciarlas con tonos altisonantes y solemnes", señaló el Rey. Al acto asistieron el presidente del Gobierno, los ministros de Defensa e Interior, los miembros de la Junta de Jefes de Estado Mayor y representaciones de los tres Ejércitos, Guardia Civil y Policía Nacional.

En su discurso, dirigido a las Fuerzas Armadas, el Rey dijo: "Debemos reconocer ante todo la necesidad de nuestra unión. ( ... ) Debemos hacer frecuentes exámenes de conciencia para comprobar que nuestras expresiones no se quedan vacías". En este sentido, se refirió a virtudes frecuentemente nombradas en los ámbitos castrenses. "El compañerismo no sólo se proclama verbalmente, sino que ha de ponerse de manifiesto en las pruebas difíciles. ( ... ) El honor constituye un patrimonio del que no hace falta blasonar. ( ... ) La disciplina ha de sentirse interiormente. ( ... ) El patriotismo no sólo tiene su clave en el amor a la patria y en la entrega incondicional a su servicio, sino también en el reconocimiento de que la patria no es patrimonio exclusivo de cada uno. Y el patriotismo está también en saber admitir la voluntad de nuestros compatriotas legítima; y libremente expresada".Más adelante señaló: "El concepto supremo del servicio a la nación está perfectamente definido por el acatamiento a la Constitución, a la que la institución militar, como todas las demás, está subordinada". Agregó que "son ociosas e inútiles las disquisiciones sobre la existencia de poderes distintos a los clásicamente establecidos".

Se refirió después a la "necesidad constante" de adaptación de las Fuerzas Armadas a la actualidad y a las reformas de modernización, poniendo de relieve que ,les preciso colaborar a esta! reformas sin dudas ni reservas. ( ... ) Yo confío en que las nuevas medidas que se están tomando, las modificaciones que se introducen, las disposiciones que en el futuro se promulguen, y que el ministro de Defensa nos ha anunciado, conduzcan, en definitiva, a la consecución de unas Fuerzas Armadas cada vez más eficaces".

El Jefe del Estado, que vestía uniforme de capitán general del Ejército de Tierra, concluyó su intervención con un "¡Viva España!", que fue coreado por los presentes. El presidente de la Junta de Jefes de Estado Mayor, general Álvaro Lacalle, dio entonces el grito de "¡Viva el Rey!", también repetido por los asistentes.

Reducción 'gradual' de plantillas

Con anterioridad al discurso del Rey, pronunció unas palabras el ministro de Defensa, Narcís Serra, todavía afectado por un proceso gripal. En su intervención, Serra destacó que la defensa corresponde a toda la nación y no sólo a las Fuerzas Armadas, y puso de manifiesto la necesaria adecuación de los ejércitos a los continuos avances tecnológicos. Igualmente hizo referencia a las principales iniciativas legislativas de su departamento a lo largo de 1983: Reales Ordenanzas del Ejército, de Tierra, reforma de la ley orgánica de la Defensa y proyecto de ley de Plantillas para el Ejército de Tierra. Respecto a esta última, dijo que "el proceso de adecuación de las existencias actuales de cuadros a las nuevas plantillas será gradual".

Previamente a los discursos, los Reyes recibieron, en sucesivas audiencias en el propio palacio Real, al Consejo de Administración del Patrimonio Nacional, Diputación Permanente, Consejo de la Grandeza de España, mesas del Congreso y Senado y presidentes del Tribunal Constitucional, Consejo General del Poder Judicial y Tribunal Supremo.