Sirsa pide autorización para rescindir contratos a toda su plantilla
La dirección de la empresa Suministros Industriales Rocafort, S A (Sirsa), de Cornellá, ha presentado un expediente de rescisión de contratos a la totalidad de su plantilla, compuesta por 102 trabajadores. La empresa presentó sus pensión de pagos en el mes de junio, alegando entonces que en los últimos ejercicios económicos había sufrido pérdidas por valor de 130 millones de pesetas.Sirsa se dedica a la fabricación de utensilios, griferías y accesorio para las botellas pequeñas de gas butano comercializadas por la marca Butsir, perteneciente al mismo grupo empresarial. Este tipo de bombona de gas butano comercializado por Butsir utiliza unas normas no estandarizadas en el mercado nacional e internacional, por lo que sus recambios no son sustituibles con otras marcas existentes. Sin embargo, la marca Butsir, seguirá comercializando sus productos.
Desaparición de documentos
Suministros Industriales Rocafort S A, pertenece al grupo multinacional Cominser, que agrupa, entre otras, a las empresas Butsir, Recortpunt, Stancolor y Harry Walker. El comité de empresa de Sirsa, en un comunicado denuncia que "para llegar a esta situación financiera de caos provocada, la empresa ha recurrido a la desaparición de documentos contables y al rechazo de pedido?. Y afirma que en la lista de acreedores presentada por la empresa ante la suspensión de pagos "aparecen muchas empresas fantasma con relaciones muy directas con el grupo Suministros Industriales Rocafort y Cominser, tales como Sadimco, Cool Camper".Para las centrales sindicales Unión General de Trabajadores y Comisiones Obreras del Baix Llobregat, el citado expediente regulador "responde a una maniobra empresarial del grupo Cominser para eliminar la plantilla de Suministros Industriales Rocafort, continuar la producción de los accesorios a través de alguna otra factoría y salvar la propiedad de las instalaciones". Según fuentes sindicales, "Suministros Industriales Rocafort ya intentó llevar a cabo un plan de viabilidad que suponía la pérdida del 50% de los puestos de trabajo y que fue rechazado por los trabajadores".
