Fraga prepara un 'programa de gobierno' y el lanzamiento de un 'gabinete en la sombra'

El presidente de Alianza Popular, Manuel Fraga, ultima un programa de gobierno compuesto de 100 puntos, así como el nombramiento de un gabinete en la sombra, que será puesto a punto poco después de que concluya el congreso nacional de su partido, que tendrá lugar los próximos días 27, 28 y 29 de este mes en Barcelona. Con ello Fraga espera relanzar una labor de oposición que, según se reconoce en los propios medios de AP, ha sido irregular durante 1983.

La preparación del congreso nacional de AP, que está siendo ultimada estos días, constituye el primer paso hacia lo que se pretende que constituya el relanzamiento de las tareas de la oposición conservadora. Los dirigentes aliancistas quieren que el congreso sea un acto "triunfal y masivo", dada la escasa conflictividad interna que presenta, y que sirva, a su vez, como lanzamiento de lo que será una larga y costosa precampaña para las elecciones autonómicas catalanas.El congreso, que costará algo más de 30 millones de pesetas, será clausurado con una cena masiva a la que asistirán más de 15.000 personas, en lo que se considera el primer acto de esta precampaña.

Un total de 3.300 compromisarios asistirán a este congreso en Barcelona para aprobar unas ponencias que están siendo ultimadas en estos días -muchos de los proyectos iniciales fueron considerados "inaceptables" por la dirección de AP- y una reestructuración en la directiva que consagre el poder presidencial de Manuel Fraga Iribarne.

Aunque los nombres de los seis vicepresidentes que sustituirán a los 12 nombres que actualmente constituyen la vicepresidencia colegiada no han sido aún oficialmente anunciados por Fraga ni siquiera a sus más próximos colaboradores, se cree saber que serán Gerardo Fernández Albor, presidente de la Xunta de Galicia; José María Ruiz Gallardón, Fernando Suárez González -el gran disidente cara al congreso-, Abel Matutes, Miguel Angel Planas y Alfonso Osorio.

El congreso servirá también para que el secretario general, Jorge Verstrynge, complete el iniciado rejuvenecimiento del partido y consolide formalmente su grupo de colaboradores, entre otros, Javier Carabias, Antonio Gestoso, Jaime Boneu, Antonio Calero, Rodrigo Rato...

Ofensiva hacia el poder

Algunos de los citados pasarán a integrar el gobierno en la sombra que Fraga ha comenzado a delinear y que entrará en funciones, se espera, a mediados de este año que ahora comienza. De este gobierno formarán parte, además de algunos de los vicepresidentes y de los coordinadores de área dependientes de Verstrynge, los asesores del grupo parlamentario y algunas personas situadas fuera de los órganos dirigentes de Alianza Popular.Paralelamente, y también hacia mediados de este año, Fraga anunciará sus Cien puntos de Gobierno, que quieren constituir un preprograma pensando en las elecciones generales, que, según se espera en Alianza Popular, serán anticipadas a la primavera de 1985.

Estos puntos no serán meramente una respuesta negativa -como ha venido ocurriendo hasta ahora- a lo que se consideran carencias e incumplimientos en la acción del Gobierno socialista, sino, en palabras de un alto dirigente aliancista, una auténtica "ofensiva que muestre al país que somos una verdadera alternativa, plenamente capaz de ocupar el poder".

Algunas de las ponencias que se aprobarán en el congreso de AP podrían servir de base para este programa de 100 puntos. Medios de AP conceden especial importancia a las ponencias política -a cargo de Miguel Herrero de Miñón- y económica -responsabilidad de José Ramón Lasuén y Abel Matutes-, que están sufriendo numerosos cambios con relación a su primitiva redacción.

Otro de los planos de acción de Manuel Fraga para intentar consolidar su imagen como alternativa de poder consistirá en tratar de seguir reforzando la Coalición Popular, donde la operación para ampliar el flanco liberal, hoy representado por la Unión Liberal de Pedro Schwartz, parece limitarse a un ámbito modesto, con tan sólo cuatro incorporaciones seguras de ex ucedistas.

Por otro lado, las divergencias tácticas con el aliado democristiano de la coalición, el Partido Demócrata Popular de Óscar Alzaga,se hacen patentes a cada paso.