La policía desalojó la fábrica de Talbot en Poissy, ocupada desde hace tres semanas por los obreros
La policía francesa desajoló el pasado sábado, último día del año, las instalaciones que la empresa automovilística Talbot tiene en Poissy (Francia), que llevaban tres semanas ocupadas por sus trabajadores, en protesta por la amenaza de despido colectivo que pesa sobre 16.000 obreros. El número de ocupantes de la fábrica no llegaba al centenar y antes del desalojo provocaron un incendio intencionado, según informó la policía.
El desalojo se produjo sin incidentes, aunque se hizo precisa la presencia de los bomberos para sofocar un pequeño incendio que se había propagado en un taller de las instalaciones. Los bomberos manifestaron que el fuego parecía intencionado.Antes del desalojo, que se produjo en la madrugada del pasado sábado, la policía obtuvo, el martes, una orden judicial para proceder a la expulsión de los trabajadores. La fábrica de Poissy estaba oficialmente cerrada por vacaciones de invierno".
La dirección de la empresa Talbot, englobada en el grupo Peugeot- France, había renunciado días antes a la reapertura de la fábrica por entender que existen razones de fuerza mayor para proceder al cierre temporal de las instalaciones. Según un portavoz, "no se trata de un lock out empresarial, sino de un cierre temporal por causas de fuerza mayor".
Previamente, la dirección de la empresa había enviado una carta de despido a 1.905 trabajadores, lo que motivó la declaración de la huelga en toda la empresa. El Gobierno galo aceptó el despido de esos trabajadores después de que se presentará una solicitud oficial de la sociedad para despedir a 2.905 personas.
Ante la actitud de huelga que el despido originó, la empresa ha comunicado su intención de no pagar la nómina de la totalidad de la plantilla, que asciende a unos 16.000 trabajadores. Hoy debe conocerse si la dirección de la empresa procede a cumplir su amenaza.
Reunión del gabinete
Los sindicatos, que se oponen a las medidas empresariales, han hecho un llamamiento a los obreros para que, pese al cierre patronal, se personen hoy en las instalaciones fabriles para continuar la huelga decretada hace tres semanas.Mientras tanto, el pasado sábado tuvo lugar en París una reunión interministerial para analizar la situación creada en Talbot a raíz de las actitudes que mantienen sindicatos y empresa. Tras la reunión se hizo público un comunicado gubernamental, en el que se insta a las partes a aceptar el compromiso alcanzado el 17 de enero del pasado año, según el cual el máximo de despidos autorizados era de 1.905 personas. Como contrapartida, la empresa acepta realizar inversiones del orden de los 1.200 millones de francos (unos 140.000 millones de pesetas) para proceder a la modernización de las instalaciones no productivas.
Decidir pronto
En medios industriales franceses queda la duda, sin embargo, de si la ausencia de un entendimiento a corto plazo puede culminar en un proceso abierto de cierre de la empresa Talbot, antigua Simca.El grupo Peugeot-Citroën, propietario de Talbot, tiene que decidir antes del 5 de enero el futuro de Talbot, una empresa que ha acumulado innumerables números rojos en los últimos años.
Las opciones que tiene la dirección del grupo automovilístico francés se reducen a seguir manteniendo en el holding a la firma integrada o proceder a la cancelación de esta marca, lo que a juicio de algunos expertos supone un paso adelante en el proceso de cierre que lleva esta firma. La empresa Talbot ha atravesado serias dificultades en los últimos años, pese a su integración en el grupo estatal Peugeot-Citroën.
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