La dirección de Talbot mantiene el cierre de la factoría de Poissy

La dirección de Talbot, empresa perteneciente al grupo Peugeot, renunció ayer a su proyecto de reabrir el próximo lunes su factoría de Poissy (en las cercanías de París), que se encuentra actualmente ocupada por los obreros amenazados por, despido cuando el establecimiento sea clausurado definitivamente a finales del invierno.La dirección anunció ayer a los sindicatos que la decisión de reabrir la factoría no parecía consecuente. "La presencia del personal para trabajar el lunes ya no tiene objeto". Talbot se defiende así de la acusación de practicar el cierre patronal, el lock-out, que está prohibido por la ley francesa, y señala que la dirección se encuentra ante "un caso de fuerza mayor".

Por segunda jornada consecutiva, en la mañana de ayer, los huelguistas impidieron el paso a las cadenas de montaje de los 500 cuadros y empleados de los servicios de mantenimiento requeridos por Talbot para revisar las instalaciones de la factoría, que se encuentra parada desde el comienzo de la huelga, el pasado 7 de diciembre.

El martes pasado, Talbot obtuvo de un tribunal local la orden para que la policía expulse a los ocupantes de la fábrica. Esta orden no fue puesta en práctica en la tarde de ayer, a pesar de que un representante de Talbot había anunciado por la mañana que "se habían tomado las disposiciones necesarias" para asegurar la "libertad de trabajo".'

Los huelguistas, que intentar pasar la noche de San Silvestre en la fábrica, luchan por la anulación de los 1.905 despidos autorizados hace dos semanas por el Gobierno, mientras que Talbot había reclamado 2.905.

La mayor parte de los obreros que están a punto de ser despedidos son inmigrantes, especialmente marroquíes, Sin embargo, una parte de estos obreros extranjeros han declarado que están dispuestos a regresar á sus países de origen a cambio de una indemnización de 200.001) francos (3.750.000 pesetas), que, según ellos, corresponde al coste: social para el Gobierno de un parado durante dos años.

Los huelguistas cuentan con el apoyo total de¡ sindicato CFDT (socialista autogestionario), mientras que la CGT (comunista) reclama la continuación de las negociaciones, por lo que no rechaza totalmente el compromiso entre el Gobierno y la dirección de la empresa. Fuerza Obrera (reformista) y CSL (un sindicato libre, próximo a la empresa), que tienen gran influencia en la mayoría de los obreros franceses de Poissy, denuncian tanto la huelga como la decisión patronal.

El grupo Peugeot-Citroën-Talbot ha registrado unas pérdidas de 2.100 millones de francos (casi 40.000 millones de pesetas) en 1982 y una cantidad semejante en 1983, de la que una parte importante corresponde al déficit de explotación de Talbot. Cada vehículo Talbot que sale de las cadenas de montaje representa una pérdida de unos 1.500 francos (28.000 pesetas), según la empresa.