Fuerte caída del crédito internacional durante 1983, según la OCDE

Los préstamos internacionales han descendido un 18,5% en 1983, con respecto al pasado año, según las estadísticas de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), que agrupa a 24 países occidentales. La reducción del flujo crediticio mundial se hace especialmente grave en un momento en que un gran número de países subdesarrollados renegocian el pago de los plazos de su deuda, abocados a una situación de asfixia financiera. La deuda exterior de los países del Tercer Mundo se eleva a 700.000 millones de dólares (algo más de 110 billones de pesetas), de los cuales casi la mitad (330.000 millones de dólares) corresponde a Latinoamérica.Los préstamos concedidos en los mercados financieros internacionales ascienden este año a 137.900 millones de dólares (21,7 billones de pesetas). Esta cifra representa una fuerte contracción con respecto a los 169.300 millones de dólares (26,7 billones en pesetas actuales) de 1982, período en que se registró una fuerte caída, ya que en 1981 el préstamo mundial había alcanzado 195.100 millones de dólares (30,8 billones).

Los 24 países industrializados de la OCDE se han quedado con la parte del león, absorbiendo el 70% del conjunto de capitales, mientras, que el total de eurocréditos y obligaciones internacionales librados por los prestamistas de estos países ha alcanzado 88.200 millones de dólares, frente a los 11.2.300 millones del año anterior, lo que representa un descenso del 21,4%.

Los cinco prestamistas más importantes han sido, por este orden, Estados Unidos (14.960 millones de dólares contra 26.700 millones en 1982), Japón (11.600 millones y 6.200 millones, respectivamente), Francia (9.600 millones y 14.500), Cianadá (8.500 millones y 15.300) y Suecia (6.500 millones de dólares en 1983 y 4.400 millones en 1982).

Los préstamos a los países del Tercer Mundo no productores de petróleo han registrado un retroceso del 25% en 1983, ya que ascienden a 25.500 millones de dólares, cuando ' en 1982 fueron de 34.300 millones y en 1981 de 44.300 millones de dólares. El total de 1983, subraya la OCDE, subestima la amplitud del descenso de los préstamos "espontáneos" a estos países en la medida en que se incluyen 13.800 millones de dólares de nuevos préstamos a largo plazo, que fueron acordados por los bancos en el marco de acuerdos para la reestructuración de la deuda de algunos Estados.

Por ejemplo, México, el más destacado prestatario- entre los países en vías de desarrollo durante 1983, ha recibido créditos por más de 5.000 millones de dólares, al igual que Brasil (4.600 millones) o Argentina (1.900 millones), en el marco de los acuerdos para el' aplazamiento de los vencimientos de sus respectivas deudas exteriores y pago de los intereses.

Descenso generalizado

Los préstamos provenientes de los países miembros de la OPEP presentan una disminución de 2.200 millones de dólares, debido en parte a la retirada de Venezuela -que atraviesa graves dificultades financieras- de los mercados internacionales. El total de los capitales librados se eleva a 7.100 millones de dólares, lo que supone un retroceso del 23%, con respecto a 1982, en que alcanzaron 9.300 millones de dólares.Los países del Este han aumentado sus préstamos en 200 millones de dólares, aunque éstos se mantienen a un nivel muy débil: 900 millones de dólares (700 millones en 1982 y 1.500 millones de dólares en 1981).

Para la OCDE, este retroceso generalizado "refleja la vacilación de los bancos a aumentar sus préstamos en presencia de temores persistentes" sobre "la situación económica y financiera de un gran número de países fuertemente endeudados".

Por otra parte, Andrew Brimmer, presidente de Brimmer Co., declaró ayer, en el curso de la convención anual de la Asociación Norteamericana de Economía, que la restricción del Congreso de Estados Unidos a los préstamos bancarios con destino a los países menos desarrollados "es una medida errónea tomada en el peor momento". "Al imponer estas restricciones", dijo, "Estados Unidos da un paso atrás con respecto al papel del Fondo Monetario Internacional". En su opinión, los analistas asumen erróneamente que todos los países del Tercer Mundo tienen "un solo problema común para todos ellos, cuando la recesión mundial ha provocado una diversidad de obstáculos específicos que arrancan de circunstancias especiales en cada país subdesarrollado".