La historia se repite
La historia de la coalición abertzale Herri Batasuna está salpicada desde sus inicios de conflictos con la justicia, provocados en su mayoría por declaraciones públicas de sus dirigentes.Las detenciones y procesos judiciales contra miembros de Herri Batasuna han venido motivados por las coincidencias políticas con ETA; la reivindicación de la plataforma KAS, que recoge el derecho de autodeterminación y la retirada de las fuerzas policiales, entre otros puntos; y la voluntad de la coalición de mediar en una hipotética negociación entre ETA y el Gobierno.
De las numerosas detenciones que se han producido contra dirigentes de la coalición, muchas de ellas motivadas por acusaciones de supuesta colaboración con grupos terroristas, una -que se realizó en abril de 1982- parece estar cortada por el mismo patrón que la detención practicada ayer contra Jon Idígoras.
En aquella ocasión, la policía fue a detenerle también a la sede de la coalición por unas declaraciones que había realizado el día anterior en el curso de una confeiencia de prensa.
El representante de Herri Batasuna había anunciado entonces su voluntad de ofrecerse como intermediario en una presunta negociación entre ETA y el Gobierno.
Frases altisonantes como la que pronunció Periko Solabarría en el curso de un mitin durante la campaña electoral del 28 de octubre de 1982 -"cuando ETA secuestra o ejecuta limpia nuestra tierra de mafiosos"- motivaron una querella de la Fiscalía General del Estado contra su persona, todavía no resuelta judicialmente. Un mes después se promovía otra querella contra Jon Idígoras porque señaló a los medios informativos, tras los resultados electorales, que "votar HB es votar a ETA". No obstante, las acusaciones contra la coalición abertzale de apología del terrorismo se remontan a la propia campaña electoral al Parlamento vasco en 1979, cuando uno de sus dirigentes más conocidos, el fallecido Telesforo Monzón, justificaba el fenómeno de la violencia.
Seis meses más tarde, el vicepresidente del Parlamento foral navarro, José Antonio Urbiola, fue detenido por supuesta colaboración con grupos terroristas. No obstante, la detención se produjo después de que hubiera maniféstado a los medios informativos que "Herri Batasuna y ETA coinciden en su estrategia y táctica políticas".
Herri Batasuna no cuestiona la Monarquía española, y así lo han expresado sus dirigentes en numerosas ocasiones, ya que no acepta la Constitución,en su conjunto, porque en ella no se reconoce el derecho de autodeterminación. Sin embargo, las definiciones de los miembros de la coalición frente a la violencia son las que mayor impacto han ocasionado en la opinión pública. Cuando ETA Militar atentó contra el Banco de Vizcaya el pasado mes de febrero de 1983 -atentado en el que perdieron la vida tres personas- y se autocriticó por los resultados mortales, Herri Batasuna aplaudió el comunicado. Para la coalición, el documento de ETA suponía "una auténtica capacidad revolucionaria y honestidad política... tiene la significación profunda que conlleva el reconocimiento, con todas sus consecuencias, de un error que, por lo mismo, es irrepetible".
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