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Un marinero soviético solicita asilo político en España

El marinero soviético, Arif Zukauskas, mecánico del barco pesquero de la misma nacionalidad, Seda, solicitó asilo político el pasado viernes a las autoridades españolas en Santa Cruz de Tenerife. Fuentes del Ministerio español de Asuntos Exteriores confirmarán ayer la noticia y dijeron que están a la espera de que Interior le envíe la documentación del caso.El ciudadano de la URSS, un joven de la localidad de Vilnos (Lituania), aprovechó un permiso de salida el pasado día 23 para dirigirse a las autoridades policiales tinerfeñas en solicitud de asilo político. Había llegado a la isla un día antes, a bordo del buque pesquero soviético Seda, cuya tripulación era de 69 hombres. El barco zarpó del puerto de Santa Cruz de Tenerife durante el fin de semana sin uno de sus marineros.

Los trámites correspondientes, según pudo saber este diario, han sido realizados desde Tenerife, con destino a la Comisaría General de Documentación, si bien deberá ser, finalmente, el Ministerio de Asuntos Exteriores español el que resuelva. El marinero, según dichas fuentes, ha viajado ya a Madrid.

Sin embargo, fuentes ministeriales en Madrid no confirmaron ayer que Arif Zukauskas haya sido trasladado a la capital. De momento tampoco se ha producido ninguna reacción por parte de la embajada de la URSS.

El caso del marinero soviético es el segundo que se produce en lo que va de año en territorio español. El 25 de agosto pasado, el violinista soviético, Alexander Toradze, de 24 años, desapareció de un hotel de Gijón, donde se hospedaba la Orquesta Sinfónica de la Radiodifusión de la URSS, de gira por España, y se entregó a la policía española. Toradze, uno de los violinistas jóvenes mas virtuosos de la Unión Soviética solicitó la protección de las autoridades españolas mientras solicitaba permiso de residencia en Estados Unidos. Varias semanas más tarde se trasladó a Roma y en la actualidad se desconoce su paradero, aunque se supone que se encuentra ya en algún lugar de Norteamérica.

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