Felipe González reservó sus ataques para ETA y Herri Batasuna y elogió repetidamente la labor de las fuerzas de seguridad

El presidente del Gobierno, Felipe González, mantuvo a mediodía de ayer en el palacio de la Moncloa una conferencia de prensa de casi dos horas de duración en la que no anunció novedades que afecten a su Gobierno de cara al próximo año ni avanzó medidas sobre los grandes temas políticos de carácter nacional e internacional. El presidente reservó sus mayores críticas para ETA y Herri Batasuna, así como para ciertos comportamientos de la oposición -citó el incidente con Manuel Fraga en Argentina- y de las fuerzas sociales, en concreto Comisiones Obreras, organización de la que dijo que en ocasiones se mueve más por interés político, en busca de una cuota de poder, que por razones sindicales.

González admitió que en la lucha antiterrorista la tortura es la excepción y manifestó desconocer la identidad y ramificaciones de los Grupos Antiterrorists de Liberación (GAL). Asimismo, reafirmó la tesis de que la actitud y disciplina de las fuerzas de seguridad son ejemplares e insistió en que en política militar el Gobierno se ciñe estrictamente a criterios de profesionalidad.El jefe del Gabinete comenzó la conferencia de prensa haciendo referencia a una encuesta -sobre este tipo de sondeos mostró algunas reticencias respecto a su cientificismo y fiabilidad- según la cual la valoración más alta que ha recibido de su gestión es la referida a sus relaciones con la Prensa. Precisamente su aislamiento en el palacio presidencial fue una de las cuestiones que se le plantearon, y manifestó que acepta estas críticas y que si no acude a actos como los de las catástrofes recientes es por simple pudor, aunque la presencia del Gobierno en momentos como éstos es notable.

Respecto a la labor del actual Gabinete, indicó que al cabo de un año de gobierno ha podido comprobar que el desgaste se nota. "Existe un mayor grado de tensión en las deliberaciones del Consejo de Ministros", afirmó. De su equipo comentó que es solidario y bastante homogéneo, y las discrepancias se han resuelto sin grandes tensiones.

"Guerra sucia es la de ETA"

Felipe González señaló que no está de moda que durante un año no se produzcan cambios en el Gabinete. Manifestó que un recambio sólo se produciría a partir del minuto en que una persona fallara. "Es verdad que las últimas catástrofes han conmocionado a todos y, sobre todo, al Gobierno".

Al final de la conferencia se planteó la pregunta sobre la posibilidad de que el ministro de Industria, Carlos Solchaga, hubiera presentado su dimisión. El presidente contestó en tono de chanza: "No ha pedido su cese. Ayer, durante la cena, les rogué que si alguien, algún día, quiere irse, me lo haga notar para que yo pueda tomar la decisión de echarle".

Sobre los comportamientos del "Ejecutivo, el presidente se defendió de la acusación de gobernar a base de decreto-ley. "En 1983 hemos producido ocho. En 1981 hubo 18, y en 1982, 23, de los cuales sólo cuatro fueron nuestros".Al planteánsele por la guerra sucia, Felipe González repitió la tesis mantenida con anterioridad, de que "la guerra sucia es el asesinato, y quien lo prodiga y figura en el cuadro de honor es ETA". Para González, la única guerra sucia que existe es la de ETA. Afirmó que no hay un solo ejemplo internacional en que se haya superado la disciplina y autocontrol de los cuerpos de seguridad españoles, a pesar de los asesinatos. Del avance en la lucha contra el terrorismo citó como obligatoria la cooperación internacional y dentro del Estado; como elementos a considerar, la actitud del Gobierno vasco y las fuerzas democráticas de Euskadi. El comportamiento de Herri Batasuna lo calificó como fascista, e insistió en que hay una gran semejanza con el nazismo alemán y el fascismo italiano con las actuaciones de encapuchados y la coacción a los empresarios. "El imponer el terror a la voluntad mayoritaria se llama fascismo".

En el tema concreto del GAL y sus supuestas conexiones con miembros de los servicios secretos de Israel y empresas de seguridad respondió que no tiene conocimiento sobre la cuestión y que le gustaría tenerlo para poder investigarlo. "Las medidas de cooperación con Francia van a mejorar", dijo. Felipe González, a la pregunta de si se iban a producir traslados de etarras a otros departamentos galos distintos al País Vasco francés, quiso matizar que no puede hablarse de refugiados políticos. "Lo que hay son personas que no aceptan las reglas del juego democrático, sino que asesinan, ponen bombas y huyen de la justicia". El presidente del Gobierno manifestó que liará una valoración de los temas de cooperación con Francia a medida que se produzcan los hechos.

"El 99% de las denuncias de torturas son falsas"

A la cuestión planteada por un periodista holandés respecto a las manifestaciones de un senador belga que afirmó que en la España de Felipe se tortura más que antes, y que por eso no se puede acceder a la petición de extradición de tres etarras a los que les fueron confiscados diversos explosivos y municiones, respondió el presidente del Gobierno que "la ley Antiterrorista es difícilmente aceptable por cualquiera que quiera la democracia. A partir de ahí es una ley ineludible cuando un grupo terrorista quiere acabar con todo el sistema institucional. A esa conclusión no ha llegado sólo España, sino otros países sobre los que no se duda de su talante democrático, como Italia y Alemania".

Y "Hemos comprobado", añadió, "que más del 99% de las denuncias de torturas son falsas para crear una imagen. En el caso de que tengan algún fundamento, se abre una investigación y un proceso".

Modernizacíón y no reforma de las Fuerzas Armadas

Volvió a hablar de las relaciones con Francia y manifestó que se va a incrementar la cooperación, tanto en materia de integración en el Mercado Común como en la lucha antiterrorista; pero que al incrementar las relaciones de buena vecindad no se olvidarán los intereses nacionales.

En cuanto al posible indulto al periodista Xavier Vinader, condenado a siete años de cárcel, dijo que no se pronunciará hasta que se acepte el sometimiento necesario a la acción de la justicia, y que a partir de ese momento se pronunciará el Gobierno. La sentencia, afirmó, se produjo con todas las garantías procesales y que su misión no es juzgar al juzgador.

A la pregunta de la reforma de las Fuerzas Armadas, Felipe González expuso que "utilizamos la expresión modernización, y no la expresión reforma, en relación a nuestras Fuerzas Armadas y a los temas de defensa. Estamos cumpliendo con exactitud y rigor lo que habíamos dicho que serían los principios de nuestra actuación. Estos principios se basan en la profesionaliz ación del análisis, en el respeto, por consiguiente, a normas de profesionalidad. Comprendo que algunos tengan una cierta resistencia para aceptar una regla de juego que es la de dar por supuesto que la misión de las Fuerzas Armadas es la defensa nacional, con la dirección del Gobierno, y, por consiguiente, al margen de esa misión, ningún criterio debe establecerse".

En el tema autonómico, Felipe González afirmó que la relación institucional funciona, que se están resolviendo problemas que estaban atascados y que, desde un punto de vista global, sólo hay que fijarse en cuál era el Estado de las autonomías hace un año y cuál es ahora. "A veces", dijo, "tengo el sentimiento de que se va demasiado deprisa en la transformación del poder del Estado. Al menos, no hay ejemplo en el mundo de velocidad de crucero como ésta".