Los últimos accidentes aéreos
Hemos vivido en poco tiempo dos graves accidentes aéreos, de los que se ha hablado bastante, quizá demasiado, y, analizando los datos que hasta ahora se conocen, hay algo que ¡me llama la atención:En el primer accidente, al parecer, el grave error se produjo al introducir el piloto en la computadora de vuelo los datos que ésta necesita para el aterrizaje del avión.
En el segundo, y siempre según los datos que nos permiten conocer, el piloto del DC-9 de Aviaco se equivocó al realizar el recorrido hacia la pista de despegue.
Pues bien, he aquí lo extraño, durante este tiempo no cesan de aparecer declaraciones, en su mayoría de pilotos, donde se habla de toda clase de posibles responsabilidades, omisiones, culpabilidades. En el primer caso fue el control de Paracuellos el que abandonó demasiado pronto la vigilancia del vuelo. En el segundo hablan de defectos de señalización, de un radar de rodadura... y siempre olvidan el origen real. del accidente.
Sin duda, con el control desde la torre, con grandes semáforos o incluso con guardias de circulación en cada intersección, tales accidentes difícilmente habrían ocurrido, pero lo que sí es seguro es que no habrían ocurrído sin el error inicial del piloto. Según tengo entendido, el piloto del avión'de Aviaco tenía el poder de anular el despegue por falta de visibilidad o, en todo caso, pedir un vehículo que le fuera indicando el recorrido.
Creo que no es correcto repartir de esa forma responsabilidades (qué socorriclo es cargar las culpas sobre la Administración) y, sobre todo, intentar distorsionar la verdad. Un poco más de humildad,
Pasa a la página 12
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.