Seis tripulantes del avión de Iberia siniestrado testifican ante el juez
Seis de los ocho tripulantes que sobrevivieron al accidente del avión Boeing 727 de Iberia declararon ayer ante el juez por espacio de tres horas, pero ninguno quiso hacer ningún tipo de comentario a la Prensa a su salida del Juzgado de Instrucción número 5 de Madrid.Por otro lado, los ocho pasajeros heridos que aún permanecen internados en hospitales o centros asistenciales evolucionan favorablemente.
Testificaron ante el juez de instrucción el comandante del Boeing 727, Carlos López Barranco; el copiloto, Juan Luis Ochoa Ortiz; el auxiliar de vuelo, Francisco Gómez Isern, y las azafatas Ángeles Toquero Insúa, Sonia Ávila Elvira y Rosa María Palacios García. Esta última llevaba una pierna escayolada y se asistía con unas muletas.
Los otros dos miembros de la tripulación supervivientes del accidente de Barajas no pudieron declarar, al permanecer bajo atención médica. El comandante del avión siniestrado declaró durante espacio de hora y media, acompañado de un abogado del Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (SEPLA).
Al salir del juzgado, los declarantes manifestaron a la Prensa que no podían hacer ningún tipo de declaración. Una persona que acompañaba a una dé las azafatas señaló: "Compréndanlo; no están acostumbradas a esto y pueden perder el puesto de trabajo". No se quiso señalar de quién partía la orden de prohibición que les impedía hacer declaraciones.
El juez instructor del caso tiene previsto en los próximos días seguir tomando declaraciones a otras personas relacionadas con el accidente, como los controladores, los responsables del aeropuerto, etcétera. En estos momentos, las diligencias abiertas en el caso tienen ya más de un millar de folios. No se espera que el proceso de investigación quede cerrado antes de cinco o seis meses.
Cadáveres sin identificar
Por otro lado, unas 18 personas, de las 93 fallecidas el pasado miércoles en la colisión de aviones ocurrida en el aeropuerto de Barajas, permanecen aún sin identificar, según informó el jefe de los servicios de Protección Civil de Madrid, Rafael Noja.
Del DC-9 de Aviaco han sido identificados todos los cadáveres. Por lo que respecta al Boeing 727 de Iberia, faltan todavía 17 cadáveres por identificar. La mayoría de los no identificados corresponde a los súbditos japoneses que perdieron la vida en el suceso. El lento proceso se debe a que todavía no han llegado las fichas dentales desde Japón.
Fuentes de Protección Civil calificaron el proceso de identificación de "tragedia familiar", ya que el mecanismo habitual para hacer la labor fuerza a los familiares a presenciar los cadáveres y los objetos recuperados del accidente, en un esfuerzo por vincular éstos con los muertos.
Otras 24 personas que murieron en el accidente del avión de Avianca tampoco han sido identificadas hasta la fecha. Los restos mortales de los no identificados han sido enterrados en el cementerio de la localidad de Coslada, donde se produjo el accidente.
