Exito del Sánitas ante el Loimu finlandés
El Sánitas superó su segunda eliminatoria europea con tres armas esenciales que le bastaron para doblegar al Loimu finlandés: la primera fue su excelente bloqueo defensivo, que desconcertó a sus rivales; la segunda, la regularidad en las recepciones del balón, y la tercera el espíritu de unidad de sus jugadores que les hizo superar un bache profundo en el final del segundo set. Todos acabaron rotos físicamente, acusando sus escasos tres días de preparación semanal, a la espera de concertar una cancha propia en Alcorcón.No tuvo historia el primer set, que se solventó en 19 minutos con un claro 15-7, y despistes finlandeses en defensa, incapaces de superar la sorpresa de un Gastón que comenzó como colocador, para aparecer de repente por la izquierda en remates que entraban una y otra vez, alternando con Calero. Los hombres del Loimu, muy altos, con una media de 1,92, fracasaban también en recepciones -lamentable en este aspecto Rajukangas-, y se empeñaban torpemente en concretar sus ataques en tromba, con remates idénticos, plenos de potencia, pero carentes de ingenio, taponados en magníficas pantallas.
El segundo set iba a resultar clave, con ventajas del Loimu de 3-7, y reacción de los hombres que prepara Chupi Pérez, hasta colocarse en un cómodo 14-9. Todo parecía encarrilado, pero llegaron de forma sorprendente los problemas, que dieron paso a las angustias del relajamiento general, lo que dio paso a un peligroso 14-15, y a un 15-16, hasta que en unos minutos vibrantes, con empujoncito arbitral en el punto 18, en bloqueo finlandés que su técnico juzgo como decisivo, se superó el trance. Habían transcurrido 26 minutos. Y el tercer set (15-6, en 19 minutos) no tuvo historia.
