Crear nieve
La nieve artificial con la que se han podido celebrar las Series Mundiales en Bormio (Italia) y que sé ha utilizado también en Kranjska Gora, no es un sistema de reciente creación. Su primer empleo importante fue en los Juegos Olímpicos de Lake Placid (EE UU), en 1980.En ocasiones basta con transportar la nieve de donde la hay a donde no la hay; pero en otros casos hay que crearla. Para conseguir nieve artificial en una pista, debe existir cerca una fuente abundante de agua (depósito o embalse), capaz de surtir unos quince litros de agua por centímetro cuadrado; y electricidad. Los accesorios necesarios son compresores de aire, bombas de presión (de gran caudal), una tubería doble agua/aire y los cañones lanzadores, fijos o móviles.
Las bombas envían agua hacia el cañón. El agua se mezcla allí con el aire enviado por los compresores. El impacto parte el agua en pequeñas partículas. Esta emulsión discurre por el caflón hasta.un lugar próximo a la salida, en la que, por una expansión del aire comprimido, se produce una temperatura de 20 a 30 grados bajo ceto. Cada partícula de agua, en milésimas de segundo, se hiela en su capa superficial y sale por las bocas del cañón.
La partícula de agua cristalizada, al tomar contacto con la temperatura exterior (que debe ser de 2 o 3 grados bajo cero), acaba por cristalizar totalmente y sale, como copos de nieve, lanzada por el cañón a unos 100 kilómetros por hora. La humedad relativa del aire puede ser incluso de un 90%.
La producción es de 25 metros púbicos por hora, cada cañón, es decir, una pista de 250 metros cuadrados con 10 centímetros de espesor. Una pista de eslalon puede medir unos 700 metros de longitud y 80 de anchura. El espesor de la nieve, si está helada, será como mínimo de 50 centímetros. En España, la estación riojaría de Valdezcaray tiene un sistema completo, aunque infrautilizado.
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