UGT no aceptará la reconversión industrial si se mantiene en el proyecto de ley la rescisión de contratos

UGT no aceptará el proyecto de ley de reconversión industrial si en el mismo se mantiene el despido a los trabajadores excedentes. Las negociaciones, estancadas precisamente en las medidas sociolaborales, se dieron por cerradas en la madrugada de ayer sin que se lograra un acuerdo entre los sindicatos UGT y ELA-STV y el Ministerio de Industria. El ministro Carlos Solchaga llevará hoy a Consejo de Ministros el proyecto de ley de reconversión industrial, aportando también las propuestas de los sindicatos y de la patronal, para que sea la reunión del Gabinete quien tome la última decisión. Joaquín Almunia, ministro de Trabajo, presentará también el paquete de medidas laborales consensuado parcialmente con las centrales.

Los puntos de discrepancia entre las posturas sindicales y las defendidas por Carlos Solchaga sobre reconversión industrial apenas si han sufrido modificaciones a lo largo de las conversaciones. Los sindicatos centran su mayor reivindicación en que el texto de la ley no recoja la rescisión de contratos como salida a los excedentes de plantillas que se producirán en la reconversión, aspecto del que ha hecho la central socialista condición imprescindible para su aceptación. La solución habría de pasar, según ha reiterado José Luis Corcuera, portavoz de la delegación de UGT, por la suspensión de contratos o, en todo caso, que sea en los planes de cada sector o empresa donde se concreten las medidas a adoptar.José Luis Corcuera señaló que "si se quiere llevar adelante la reconversión, no puede cerrarse la posibilidad de la suspensión de contratos". "Este", añadió, "es un tema muy importante para toda la concertación social". No obstante, mostró su confianza en que el Consejo de Ministros reconsiderara la postura de Industria.

Carlos Solchaga mantiene que al trabajador afectado se le rescinde el contrato, pasando al fondo de empleo, de donde habrá de salir si en un período de tres años no es recolocado. Tampoco acepta Industria otra de las reivindicaciones de los sindicatos, la referida a la cobertura por desempleo para el personal afectado. La que contempla el texto del proyecto de ley es, a juicio de los sindicatos, similar a la exitente para cualquier parado, y en algún caso, como señalaba el representante de ELA-STV, inferior a las que se recogían en la denominada ley Bayón. Las centrales piden que los trabajadores cercanos a la edad de jubilación vean revalorizadas anualmente sus percepciones, de manera que al llegarles la edad legal para pasar a inactivos cuenten con una pensión similar a la que les hubiera correspondido si hubieran seguido trabajando.

Desarrollo irregular

Industria, en contra de las propuestas de los sindicatos, limita la participación en las comisiones de seguimiento a las organizaciones empresariales o sindicales que hubieren firmado el correspondiente plan.A tenor de las escasas informaciones filtradas por parte del Ministerio de Industria, parece que Carlos Solchaga llevará a Consejo de Ministros el texto de la ley y las posturas expresadas por sindicatos y patronal en la mesa de concertación, junto con las modificaciones ya introducidas, consecuencia de los encuentros entre las partes.

Las negociaciones sobre reconversión se han desarrollado en forma muy irregular. Tras el veto impuesto por Solchaga a CC OO mientras no se retirara a Juan Ignacio Marín como representante de este sindicato, las reuniones se han seguido celebrando entre Industria, UGT, ELA-STV y la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE). Del contenido de lo tratado con la patronal ha trascendido muy poco. En los primeros encuentros parece que el interés se centró, sobre todo, en los planes del Gobierno respecto al tema nuclear, y posteriormente la CEOE planteó un documento en el que clarificaba su postura en la reconversión industrial.

La mayor preocupación de la CEOE estaba en el peligro de nacionalización encubierta que podía significar el que las deudas a la Seguridad Social y a Hacienda se convirtieran en créditos participativos. Los empresarios denunciaban un exceso de intervencionismo estatal en el proceso de reconversión y señalaban que las ayudas establecidas para las empresas acogidas a los diferentes planes podían suponer, en el fondo, una grave discriminación para las no afectadas.

Con la falta de acuerdos en la mesa de reconversión y el consenso parcial en la de empleo -UGT aprueba las medidas y CC OO las rechaza globalmente- se cierra la primera fase de la concertación social. Si el Consejo de Ministros no recoge las propuestas de los sindicatos, sobre todo lo referido a las medidas a adoptar con el excedente de plantillas, la reconversión industrial -y así lo expresaban los representantes de UGT y ELASTV en la madrugada de ayer- va a enfrentarse con graves dificultades.