Las elecciones turcas: un revés para los militares
Las elecciones legislativas del 6 de noviembre en Turquía hubiesen podido ser insignificantes y un aporte seudodemocrático a un régimen destinado a permanecer siempre militar. Ahora bien, al desaprobar el partido del antiguo general Sunlap, favorito de los generales, los electores han inflingido su primer revés a un estado mayor que esperaba poder controlar el proceso de retorno a la democracia. Todas las precauciones habían sido adoptadas: exclusión de los antiguos políticos, prohibición de formaciones políticas recientemente creadas, examen de los candidatos a la diputación y finalmente ataques apenas velados del presidente de la República, general Evren, contra su antiguo ministro, Ozal, el líder del Partido de la Madre Patria.Este es el gran vencedor de las elecciones. Sin duda era imposible de apartar a Ozal que, ministro de Economía del Gobierno Demirel, antes del golpe de 1980, permaneció en el Gobierno entonces formado por los militares, hasta la dimisión de estos últimos. Ardiente partidario de una política de saneamiento monetario y del liberalismo económico, debe, sin duda, al apoyo de Estados Unidos y del Fondo Monetario Internacional haber podido llevar su partido a las elecciones y ganarlas.
Ozal, el único líder conocido en esta campaña electoral, ha sabido jugar hábilmente dos aspectos de su personalidad: el de ingeniero modernista, antiguo funcionario de la Banca Mundial, amigo de Occidente y de los círculos financieros, y el de piadoso musulmán, dispuesto a invocar los valores tradicionales. Así ha podido reunir, los votos conservadores, el de las capas urbanas burguesas y el de los campesinos fieles al Islam.
8 de noviembre
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