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Conchita Mínguez

La primera mujer que ha ganado a los yoqueis profesionales del hipódromo

Mábel Galaz

"El ganar esta carrera ha supuesto para mí una de las mayores alegrías de mi vida. Había participado en varios premios con los profesionales, pero nunca pude batirles. El domingo 30 de octubre, en la recta final, cuando vi que podía ganar, me parecía casi imposible y no hacía más que mirar hacia atrás pensando en que alguien le iba a adelantar", dice Conchita Mínguez, cuando recuerda la vIctoria que logró con su caballo Gyptaj.El triunfo de esta amazona fue bien aceptado por los aficionados, aunque no tanto por los yoqueis. "Los aficionados, al principio, cuando salíamos a la pista nos silbaban. Ahora les da lo mismo que seamos mujeres o no; lo que quieren es que el caballo por el que han apostado gane. Según acierten o no, nos aplauden o nos chillan". Los jinetes no estaban tan contentos. "Al principio", dice Conchita, "nos tomaban en broma; ahora que nos ven como una posible competencia nos toman más en serio. El domingo me felicitaron, pero les oí comentar entre, ellos que menudo baño les había dado". A Conchita Mínguez, como a todos los jinetes, le gustaría, parecerse a Claudio Carudel. "Es el mejor yoquei del hipódromo español; de los de fuera me gusta mucho Lester Piggot.

Según Conchita, una mujer tiene, a caballo, las mismas posibilidades que un hombre. "Lo importante para ser, un buen jinete es la inteligencia, y en eso podemos ser iguales o superiores a los hombres. La diferencia se establece en los casos en los que es necesario utilizar la fuerza; en eso -sí que nos ganan". Se declara feminista: "Soy feminista con la gente que piensa que una mujer no es capaz de hacer lo mismo que un hombre".

La vida de una amazona es casi tan dura como la, de un jinete profesional. "Normalmente llegó todos los días al hipódromo a las seis de la mañana y monto hasta la nueve o las diez. Depués me voy atrabajar y a última hora de la tarde voy a clase en la facultad de Veterinaria". Las amazonas, al igual que los gentleman, no cobran dinero ni por montar a caballo en los entrenamientos ni por montar en carreras. "Esto hace muy dificil el que podamos dedicarnos sólo a esto. Yo soy muy depresiva y al principio me disgustaba mucho cuando veía que me era-imposible vivir de esto, como ocurre en otros países, donde-hay muchas mujeres profesionales. Aquí sólo hay una, María Pilar Gómez, que es aprendiza. Yo prefiero seguir así, ya que a mi edad no me compensa cambiarme' al campo profesional". Pero tanto su trabajo como su carrera tienen relación con los caballos. "Trabajo como administrativa en la Agrupación de Propietarios y Criadores, y en la facultad de Veterinaria me gustaría especializarme en los caballos para poder trabajar como veterinaria en el hipódrorno".

Como aficionada, Conchita Mínguez ha ganado el Campeonato de España en dos ocasiones y ha montado en hipódromos de Itali.a, República Federal,de Alemania, Suiza y Francia. "Montar en París, en el hipódromo de Longchamps ha sido una de mis mayores alegrías. También he estado aprendiendo y mejorando mi estilo en el Reino Unido y en Estados Unidos, con Ángel Penna, que está considerado como uno de los mejores entrenadores del mundo".

Conchita Mínguez es una mujer inquieta. "Ahora me estoy planteando crear una asociación de amazonas, porque creo que si nos unimos será más fácil lograr que nos tomen en serio y se ocupen de nuestros problemas".

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Sobre la firma

Mábel Galaz
Fue la primera mujer en pertenecer a la sección de Deportes de EL PAÍS. Luego hizo información de Madrid y Cultura. Impulsó la creación de las páginas de Gente y Estilo. Ha colaborado con varias cadenas de televisión y con la Cadena Ser. Ahora escribe en El País Semanal.

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