La democracia piramidal
Lo cual que no voy a Génova / calle tanto como iba, pero los vientos de fronda de la Moncloa por apartarnentos que tiene allí Fraga, me llegan lo mismo. La "democracia pirarnidal", digamos. Es lo último que se han sacado. Su democracia, o sea, es piramidal. Una cosa como la cuadratura del círculo, pero más de derechas. Habla Domenach de "religiones verticales y religiones horizontales". Verticales son las que aspiran al cielo y horizontales las que se resignan con la paz en la tierra, socialismos y marxismos, un suponer. Claro que ya se han cuidado, los teólogos de AP, barra Manila / Génova, de explicarnos que la democracia piramidal no es lo que parece, sino sólo una manera de funcionar. Una manera de funcionar piramidalmente, digamos. Democracias piramidales, en la historia reciente, para que ustedes se aclaren, o sea, han sido las de Hitler y Mussolini, que parece que salieron por votos, la de don Francisco Franco, que él mismo construyó desde arriba y llamó "orgánica" (si es que tenía que haber estado en la Academia, aquel hombre), más todo presidencialismo o dictatorialismo vergonzante o con necesidades de un aftershave democrático. A mí lo que me gusta de la democracia piramidal de la calle Génova es que por fin les ha salido el "acontecimiento interior" de Jung.Su acontecimiento interior era el presidencialismo / dictadura presentable en Europa mediante new / look democrático. Ser demócratas y piramidales es como ser egipcios y goticomudéjares. Un jaleo. Una cosa qué no se entiende.La democracia piramidal, que ya se ha definido a sí misma para siempre, promete sustituir la delincuencia común por la delincuencia nada común de los grandes holdineros, que se decía en cheli, utilizando holding, no sé por qué, cuando en castellano existe "grupo". Otra vez a la cárcel todos los ex carcelados y otra vez a la calle todos los Vilá-Reyes, sobre quien ha vuelto a arder otro escándalo, como mística lengua de fuego. Democracia piramidal es Arespacochaga besando la Madonna (dudosa) de su despacho y dándole un puro al urbano de Colón. Democracia piramidal es que un intelectual de prestigio sea Fernando Chueca Goitia. Democracia piramidal es la de Arias Navarro (piramidal y municipal), colocándole a la glorieta de Atocha la prótesis de un espantable escalextric, y nublando para siempre lo que algún viejo cronista de la Villa llamó "sol municipal de Madrid". El scalextric, quitémosle la e, familiarmente, sólo sirvió para probar que soportaba bien un millón de madrileños manifestantes contra las democracias piramidales, aquel 25 / F (lo cual que iba yo con Ana Belén, tiempos, tiempos). Hay nuevos ordenadores interactivos que suministran una total compatibilidad ascendente, o sea el beneficio continuo, que es una cosa que le gusta mucho a la democracia piramidal o faraónica. Un columnista fácil diría lo de que en Moncloa / Génova se pone todas las tardes la Corte de Faraón por gusto de don Manuel y pico, que, según Gerardín, está viejo. Es que Gerardín, coño, también es demasiado joven, ha llegado en seguida, como le pasó a uno, y eso es malo para las jais y para la polis. Como yo no soy un columnista fácil, sino una estrecha, diré, más bien, que las derechas alemana y nipona son hoy ejemplo de democracias piramidales, con la gloria y ventaja de que unas elecciones pueden volar la pirámide como si fuera una tienda de campaña, mientras que nuestros demócratas piramidales lo que quieren es quedarse para siempre, tipo Keops. Voy a dar el aviso, o sea, que el metal amanezca clarín (con perdón de Sisita Milans del Bosch, amore / amore): democracia piramidal es fascismo: Hitler / Mussolini / Franco. En Moncloa / Génova les ha traicionado el subconsciente colectivo. Verstrynge ha leído poco a Jung, que era mucho más distraído que Freud.
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