Felipe González felicita al ganador y le ofrece el apoyo de España

El presidente del Gobierno español, Felipe González, envió ayer un mensaje al líder de la Unión Cívica Radical, Raúl Alfonsín, en el que le felicita por la victoria electoral lograda en unos comicios "en los que el pueblo argentino expresó inequívocamente su voluntad democrática y su deseo de vivir en libertad"."Para los que creemos que las dificultades nacionales sólo se pueden superar a través del diálogo y la colaboración entre todos los ciudadanos, éste es un momento de renovada esperanza", dice el telegrama de González.

"En la nueva etapa histórica que se inicia para su nación, deseo reiterarle que la recién reeobrada demócracia argentina contará siempre con el decidido apoyo de España", prosigue el presidente del Gobieno, antes de concluir con la esperanza de "tener la oportunidad de encontrarnos, próximamente".

El Gobierno británico se felicita también por la celebración de las elecciones y expresa su esperanza de que la nueva situación sirva para normalizar las relaciones comerciales y econórnicas entre ambos países, rotas desde la guerra de las Malvinas. Un portavoz del Foreign Office comentó después que para un restablecimiento de las relaciones diplomáticas "es condición previa un cese formal de las hostilidades".

El Departamento de Estado norteamericano felicitó al "pueblo, los partidos políticos y el Gobierno" de Argentina, por la celebración de unas elecciones que Washington ha calificado de "paso con éxito" hacia la democracia.

El ministro de Asuntos Exteriores de la República Federal de Alemania, Hans Dietrich Genscher, manifestó ayer el interés de su Gobierno porque se consolide el recién iniciado proceso democrático. Bettino Craxi, presidente del Gobierno italiano, manifestó su esperanza "de que las nuevas circunstancias puedan hacer una renovada y fructífera relación entre Argentina e Italia".

Alejandro Orfila, seeretario general de la Organización de Estados Americanos, no ocultó su satisfacción y su orgullo.

En este coro de manifestaciones se echó de menos la de la presidenta del Partido Justicialista, Isabel Perón, quien prefirió guardar silencio sobre lo ocurrido en su país.