Esther Albouy
y su hermano Hubert, autosecuestrados durante 38 años en un piso del pueblo francés de Saint Flour, fueron rescatados ayer por la policía e ingresados en un centro psiquiátrico. La tremebunda historia comenzó durante la última guerra mundial, cuando Esther tuvo relaciones íntimas con un soldado alemán y como consecuencia fue escupida e injuriada en la plaza del pueblo. Avergonzados los padres, la encerraron, y así ha permanecido desde que tenía 20 años, a pesar de que sus padres murieron hace tiempo. Esther y Hubert vivían con un tercer hermano, Remy, muerto hace unos años y recuperado también ayer, cuando la policía asaltó la casa de los locos.
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