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Absueltos dos policías británicos que hirieron gravemente a un ciudadano al confundirle con un delincuente

Soledad Gallego-Díaz

Dos policías que hirieron gravísimamente a un hombre, confundiéndole con un delincuente al que buscaban, fueron declarados ayer inocentes por un jurado que estimó que habían actuado en legítima defensa. El juicio de los dos detectives ha desatado una gran polémica en la prensa inglesa sobre el uso de armas de fuego por parte de la policía y sobre las circunstancias específicas de este caso.El suceso ocurrió el pasado 17 de enero. La policía buscaba intensamente a David Martin, considerado como un delincuente peligroso que podía hacer uso de armas. Varios detectives localizaron un coche en el que viajaba una antigua -amiga de Martin y un hombre que ellos identificaron como el propio David. Un policía de paisano se acercó al vehículo para confirmar la identificación.Convencido de que era el hombre que buscaban disparó primero contra las ruedas para inmovilizar el coche y después introdujo su pistola por una ventanilla y descerrajó cuatro tiros en el cuerpo del hombre. Otro detective disparó también contra el presunto delincuente, dos de los tiros directamente contra la cabeza. Como pese a todo el hombre seguía moviéndose, este mismo detective cogió su arma, sin municiones, por el cañón y descargó cuatro veces la culata contra su cabeza, lo que le causó fractura de cráneo.

Cuando consiguieron inmovilizarle, le lanzaron al suelo y le esposaron los brazos detrás de la espalda, momento en el que se dieron cuenta de que su víctima no era David Martin, sino Stephen Waldorf, de 27 años de edad, técnico de televisión. En total, los. dos detectives habrían disparado 14 tiros. En el coche de Waldorf no apareció ninguna pistola ni ningún tipo de armas.Ambos detectives fueron inmediatamente suspendidos de empleo y procesados por intento de asesinato y lesiones graves. Durante el juicio, los dos policías declararon que estaban convencidos de que se enfrentaban a un peligroso criminal. Sus jefes les habían advertido una y otra vez contra la peligrosidad de David Martin. Uno de los detectives explicó así por qué había disparado tantas veces contra el cuerpo ya caído de Waldorf, "La única forma de inmovilizar a alguien cuando se tiene una pistola en la mano es matándole, y yo quería inmovilizarle". Antes de que los miembros del jurado se retiraran a deliberar, el juez que dirigió la vista les recordó que debían tener en cuenta dos cosas. 1ª: no es cierto que puesto que un inocente ha sido herido tiene que haber necesariamente un culpable; y 2º: lo fundamental es saber si los policías actuaron de esa forma porque estaban convencidos de que su propia vida corría un peligro grave. Con estas dos advertencias en la mente, el jurado sólo tardó dos horas en emitir su veredicto de inocencia.

Lo más irónico del caso es que el auténtico David Martin fue detenido dos semanas más tarde sin que se disparara un solo tiro. Los dos detectives continuarán suspendidos de empleo hasta que cumplan una sanción disciplinaria.

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