El movimiento pacifista alemán sospecha que el SPD intenta controlar a los antinucleares

La participación del presidente socialdemócrata y premio Nobel de la Paz, Willy Brandt, en el mitin del próximo sábado en la manifestación pacifista de Bonn divide a los organizadores. Los verdes exigen de Brandt un no claro y sin límites al estacionamiento de los euromisiles atómicos, independientemente de lo que se acuerde en las conversaciones de desarme de Ginebra. La comisión organizadora de las manifestaciones decidió por mayoría invitar a Brandt a participar como orador en el mitin final del sábado en Bonn. Algunos pacifistas temen que el Partido Socialdemócrata (SPD) pueda desviar para sus objetivos este movimiento.

La figura de Brandt supone un refuerzo para el movimiento pacifista, al sumar con su persona el apoyo del SPD, pero no faltan los que ven el peligro de "ser devorados por el sistema".Sin apoyo del SPD, entonces en el Gobierno, y con la desconfianza de los sindicatos, los pacifistas consiguieron hace dos años la mayor manifestación de la historia de Bonn, con casi 300.000 participantes. Los pacifistas más consecuentes temen ahora que el SPD se una de un modo oportunista al movimiento y acabe por engullir para sus intereses la movilización de base, y extraparlamentaria.

Brandt declaró recientemente que él siempre estuvo contra la doble decisión de la OTAN -negociar con la Unión Soviética y estacionar los misiles si fracasan las negociaciones-, pero la apoyó por lealtad al entonces canciller federal socialdemócrata, Helmut Schmidt. Los verdes consideran esto una "idea aterradora", porque, se pone de manifiesto que "la lealtad a su canciller y el deseo de conservar el poder para -el SPD pesaron más que la amenaza de destrucción de toda vida humana y de la naturaleza en Europa".