El presidente de la Federación de Gimnasia puede ser suspendido de empleo por el CSD
Ángel Gómez, presidente de la Federación Española de Gimnasia y también empleado a sueldo del Consejo Superior de Deportes (CSD), podría ser suspendido de empleo y sueldo de este último organismo en breve por percibir un salario sin cumplir con su trabajo. Esta nueva situación, acompañada de los problemas económicos que sufre la Federación y que anuncian un déficit que puede bloquear la actividad de la gimnasia española, lo colocan en- una situación muy difícil en la que le restan pocas salidas airosas.
La gestión presidencial ha sido denunciada a la máxima autoridad deportiva, Romà Cuyàs. Lejos de disminuir los conflictos sumó uno más con la Federación Catalana, la más poderosa de este deporte, cuyo presidente le ha interpuesto una querella por calumnias. Sobre su caso hay un expediente abierto en el CSI).Ángel Gómez llegó a la presidencia de la Federación Española de Gimnasia amparado en una candidatura democrática, la primera, en una Federación de cierto prestigio como es la de Gimnasia, que conseguía ganar una batalla electoral a un presidente continuista, el por entonces todopoderoso Félix Fernández, que alternaba su carisma como directivo del antiguo régimen con sus aspiraciones a la presidencia del Real Madrid. Ángel Gómez venció y con él la primera alternativa democrática. Sin embargo, su gestión, a lo largo de dos años, puede acabar en los anales del deporte español. Puede tratarse del primer presidente de Federación que sea despedido por la autoridad deportiva por no acudir a su trabajo, y cuya posición como presidente quedase muy desairada, agravada además por los problemas económicos graves que afectan a su gestión.
Ángel Gómez fue denunciado al presidente del Consejo Superior de Deportes, Romà Cuyàs, al descubrirse que trabajaba como monitor de educación física para el CSI), cobraba por ello, pero no acudía a su trabajo. Este descubrimiento fue acompañado de otro muy significativo: Ángel Gómez había elevado los sueldos de varios entrenadores, en cuantías importantes, y sin conocimiento lle su junta directiva, entrenadores que también cobraban del CSD por el mismo trabajo, por lo que existía una dualidad de salarios.
Estos entrenadores eran: Eloy Cuenca (888.945 anuales del CSI) y 27.000 mensuales de la federación por la misma labor), Daniel Portero (548.055 anuales y 47.000 mensuales, respectivamente), Gregoria Postigo (674.895 y 35.894), Ana Roncero (516.345 y 44.105). Pero el sábado pasado, en el transcurso de una junta de gobíerno, sé conocieron otros problemas que afectaban a un déficit en la economía de dicha federación. Seis directivos, que luego resultaron ser siete, recibían emolumentos, hecho inhabitual al tratarm se de miembros de una candidatura cerrada. Las cuentas federativas no resultaban demasiado claras, lo que no impedía que el tesorero de la misma se ausentara, por razones profesionales, de la federación durante largos períodos de tiempo, cercanos a los dos meses. Las desviaciones que se detectaron en el presupuesto obligaban a la junta directiva a decidir la suspensión de la participación española en 15 campeonatos internacionales.
Guerra con la Catalana
Lejos de limitarse a estos pro- blemas, Ángel Gómnez se enfrentó abiertamente con el presidente de la Federación Catalana de Gimnasia, Juan de la Llera, a quien acusó de desarreglos económicos, cuan do la citada federación territorial había sido sometida a auditorías. El empeño de Gómez hacia la Catalana, la más poderosa en el ám bito de la gimnasia española, le lle vó a contratar a una asesoría sólo para que investigase los seguros sociales que dependían de Barcelona. Nadie entendía este ánimo de persecución. Estas acciones fueron acompañadas de declaraciones un tanto,agresivas que pro piciaron la correspondiente querella por calumnias, la cual ha sido aceptada. Por último, el CSD recibió información y denuncias sobre esta situación. En manos de Romá Cuyás existe una carta, que data del mes de julio, en virtud de la cual la Federación Catalana solicitaba la suspensión de las,subverilciones en tanto no se aclarasen las denuncias que existían. En el CSD, por otra parte, se hicieron ciertas averiguacíones que han dado lugar a la confección de un dossier. En el ánimo de este organismo puede estar, como una primera medida, la suspensión del contrato que Ángel Gómez tenía con este organismo. Su imagen quedaría muy devaluada, porque según algunas fuentes, nadie que haya sido despedido por un asunto así puede mantener la cabeza alta ante sus antiguos jefes.
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