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Unas 15.000 personas pusieron término en Sevilla a la marcha por la reforma agraria integral

Más de 15.000 personas recibieron de forma entusiasta a los integrantes de la marcha por la reforma agraria integral, rganizada por CC OO del Campo, que ayer rinalizó en Sevilla, tras haber recorrido más de 1.100 kilómetros a pie por siete provincias andaluzas. La plana mayor del PCE, encabezada por Gerardo Iglesias, y el máximo dirigente de CC OO, Marcelino Camacho, acudió a recibir a los caminantes, y este último participó en el mitin final, celebrado anoche en la plaza de San Francisco. La manifestación ha sido una de las más numerosas de los últimos años en la capital andaluza, y los propios organizadores se vieron sorprendidos por el éxito numérico de la convocatoria.

La marcha por la reforma agraria integral ha constituido la iniciativa más espectacular tomada por CC OO para presionar al Gobierno socialista, una vez que la Junta de Andalucía está a punto de hacer público su proyecto de reforma agraria. Para CC OO y el PCE, la transformación del campo andaluz exige, entre otros aspectos, la puesta en cuestión de la tenencia abusiva de la tierra; la formación de fondos públicos de tierras a niveles comarcales; la financiación a través de las cajas rurales, cajas de ahorro y el Banco de Crédito Agrícola; el fomento del cooperativismo y las formas asociativas de explotación, y el control de los canales de comercialización de los productos agrarios.Los 50 componentes fijos de la marcha, que habían partido de Sevilla el día 5 de septiembre y han recorrido un centenar de pueblos andaluces, salieron ayer, a primera hora de la mañana, de Bollullos de la Mitación para almorzar en Castilleja de la Cuesta, donde unas monjas locales prepararon la comida y donde se les unió Camacho, que anduvo los seis kilómetros de distancia hasta la capital andaluza en compañía de Juan Antonio Romero, secretario general de CC OO del Campo de Andalucía y principal promotor de la marcha, con la canción La reforma agraria va, de Carlos Puebla, como casi único telón de fondo musical.

Centenares de metros antes de la plaza de Armas, varios miles de Personas, con banderas rojas y andaluzas y procedentes de todas las provincias andaluzas, Madrid, Cataluña y la Comunidad Valenciana (los organizadores decían tener controlados más de cien autobuses), recibieron a los manifestantes con ovaciones y gritos de "Reforma agraria, ahora", "Reforma agraria para Andalucía" y "Comisiones Obreras", y otros de carácter satírico, como "Felipe, con el Papa; nosotros, con la marcha" y "Felipe, Guerra, el cambio es una mierda". Los caminantes iban precedidos por la bandera verde y blanca, y se originaron algunas escenas emotivas al encontrarse algunos de ellos con sus familiares.

Acciones frente a discursos

En una breve conversación con EL PAIS, a la entrada misma a la ciudad, Juan Antonio Romero recordó, entre otras citas en él habituales, a Carlos Marx, para decir que "cualquier acción vale más que 10 discursos", y consideró sobradamente cumplidos los objetivos de la marcha, dirigida fundamentalmente a que se hable de reforma agraria y a que el poder público haga una reforma agraria auténtica. "Al Gobierno socialista hay que criticarlo duramente para que se defina", justificó Romero. Por su parte, Marcelino Camacho, que reunió por vez primera fuera de Madrid al secretariado de CC OO, indicó que "se ha ganado una batalla por la reforma agraria, pero no la guerra".

Con la organización desbordada y en un ambiente festivo, precedidos por las bandas de tambores y cometas de Maracena (Granada) y Badolatosa (Sevilla), los integrantes de la marcha recorrieron un largo trayecto por el paseo de Colón -donde la manifestación tardó 20 minutos, a buen paso, en atravesar un punto concreto- y avenida de la Constitución, caminando por el centro de la calzada en lugar destacado, mientras los líderes sindicales y políticos marchaban detrás. La jornada concluyó en la plaza de San Francisco con un mitin extraordinariamente reivindicativo, aunque sólo una parte de los manifestantes pudo seguir el desarrollo del acto.

De la importancia que el Partido Comunista de España ha concedido a esta iniciativa de CC OO del Campo da idea la presencia de Gerardo Iglesias, Enrique Curiel, Andreu Claret, Francisco Romero y Gregorio López Raimundo, que viajaron ayer a Sevilla, y el gran esfuerzo organizativo desplegado desde la dirección del PCA para que la convocatoria se saldase con éxito. Para los comunistas, la reforma agraria se ha convertido en la reivindicación fundamental de Andalucía y la mejor piedra de toque sobre la política del Gobierno autonómico que preside Rafael Escuredo.

La marcha consiguió, por otra parte, recibir la ayuda matizada de numerosos alcaldes socialistas, que prestaron dependencias municipales para el hospedaje de los caminantes y los alimentaron a su paso por los respectivos términos municipales. Aunque todos ellos se cuidaron de precisar que su actitud obedecía a razones humanitarias y de solidaridad.

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