La huelga de maquinistas de Renfe paralizó más de la mitad del servicio ferroviario

El personal de conducción (ayudantes y maquinistas) de Renfe llevó a cabo ayer su segundo día de paro de los convocados en contra de la aplicación del nuevo gráfico de servicios que, en su opinión, deteriora gravemente sus turnos de libranzas y prolonga las ausencias de su domicilio. La dirección de la compañía insiste en que los verdaderos motivos radican en la reducción de horas extraordinarias. Los trenes de cercanías funcionaron al 50% -en Sevilla el porcentaje fue mayor- y los de largo recorrido nocturnos, al 25%.La Federación de Transportes de UGT hizo pública ayer la disposición del sindicato a negociar el contrato programa de la compañía para los tres próximos años. UGT, que considera imprescindible la mejora de la gestión, está dispuesta a asumir la moderación salarial -6%-6,5%- y el ajuste de plantillas. El personal directivo deberá ser reducido en un 50%. La negociación propugnada es a tres bandas y la central socialista pedirá la participación sindical en el consejo de administración y en los consejos de dirección.

La jornada de huelga de los maquinistas supone de hecho la paralización del tráfico ferroviario, por el lugar estratégico que ocupan en la prestación del servicio. La realización de la huelga supone además que sólo estén dispuestos para su funcionamiento los trenes revistos en los servicios mínimos. Éstos cubrieron ayer la mitad del servicio de cercanías, aunque en la provincia de Sevilla la incidencia del paro fue sustancialmente menor, y el 25% de los trenes de largo recorrido. Los de servicio diurno quedaron suspendidos. Dos trenes especiales de vendimiadores que regresaban de Francia fueron atendidos, aunque no estaban incluidos en los servicios mínimos. Según fuentes de la dirección, el perjuicio para los usuarios ha sido en esta ocasión inferior al de los paros del pasado día 3, ya que la certeza de la celebración de la huelga evitó afluencias inútiles a las estaciones.

UGT insistió ayer en su oposición a la huelga de todo el personal de la compañía convocada para el día 14, que fue aprobada mayoritariamente por el comité intercentros.

Negociar a tres bandas

Los secretarios generales de la Federación de Transportes y del Sindicato ferroviario de UGT, Victoriano Sánchez y Enrique Santos, respectivamente, reiteraron ayer en conferencia de prensa la disposición del sindicato a negociar el contrato-programa de Renfe, que establecerá las directrices que ha de cumplir la red en los próximos tres años, con el objetivo de mejorar la gestión. En opinión de la central socialista, la concertación del programa de actuación puede permitir suprimir a corto plazo los 50.000 millones de las pérdidas de Renfe que son atribuibles a la deficiente gestión.

La negociación, que debe estar inscrita "en una inaplazable regulación global del transporte", dijeron, ha de ser negociada a tres bandas, con la participación de sindicatos, Gobierno y dirección. El ferrocarril fue defendido como un bien común, cuyo objetivo no es obtener beneficios sino dar un buen servicio a la sociedad.

Para UGT, la necesidad de reorganización ha de ir más lejos de lo anunciado y debe afectar "al 50% de los altos directivos". La compañía, manifestó Enrique Santos, no ha sabido renovarse y está sobredimensionada en su estructura administrativa, mientras adolece de mandos intermedios, necesarios para el control de la productividad y de la calidad. Sin embargo, en los centros operativos las plantillas están desajustadas y numerosos trabajos se realizan mediante subcontratas que reportan sustanciosos beneficios a otras empresas y que hay que suprimir. Las plantillas, sin embargo, no están sobredimensionadas ("la relación trabajadores por unidad de tráfico es inferior a la media europea") y el sacrificio salarial que el sindicato está dispuesto a asumir tendrá que tener como contrapartida la redistribución de los costes en nuevas contrataciones. Los dirigentes de UGT apuntaron la imprescindible reducción del excesivo nivel de horas extraordinarias trabajadas cada año.

El Estado, según UGT, debe redefinir sus relaciones con Renfe y prestar apoyo financiero para el pago de intereses. Las tarifas han de adecuarse, ya que su crecimiento ha sido inferior al incremento de los precios al consumo.

Por otra parte, ayer se hicieron públicos los nombres de las personas que dirigirán la nueva estructura de Renfe aprobada en el consejo de administración celebrado el martes. Francisco Donate asume la dirección adjunta económico-financiera; Juan Luis Ruiz, la de explotación; Apolinar Rodríguez, la de planificación; José Luis Villa, la dirección autónoma de talleres de reparación; Miguel Corsini, la del área de personal, y José Escolano, la inspección general.