_
_
_
_

La campaña de orden Público china suma ya centenares de ejecuciones y miles de arrestos y deportaciones

Centenares de personas han sido ejecutadas y varias decenas de miles, arrestadas y deportadas en el curso de la campaña de orden público iniciada hace algo más de un mes en China, según cálculos efectuados por Le Monde desde Pekín.

La ola de represión, que afecta, con diferencias no esclarecidas, tanto a delincuentes comunes como a disidentes, no parece haber concluido con motivo de la fiesta nacional china, el 1 de octubre, como se auguraba en medios occidentales de Pekín. Entre las últimas ejecuciones conocidas está el fusilamiento de un "espía" de Taiwan y dos jefes de "sociedades secretas reaccionarias" en la ciudad de Tianjin. Figura también la condena a la pena capital de un conductor municipal, acusado de "contrabando", "malversación" y "violación", entre otros cargos. En Lhassa, capital del antiguo reino del Tibet, hoy región autónoma china, seis personas fueron fusila das el pasado fin de semana. Con ello, se ha echado por tierra cuatro años de acercamiento entre el jefe espiritual de Tibet, el Dalai Lama y Pekín, según declaro el portavoz del Gobierno tibetano en el exilio a France Presse en Nueva Delhi.La existencia de una campaña de orden público queda reflejada en la prensa oficial china. Así, el semanario Zhongguo Fazhi Bao señalaba a finales de septiembre que 31.000 "criminales" habían pasado a disposición judicial. El mismo mes, el primer ministro Zhao Ziyang, manifestaba que continuarán las "enérgicas medidas para prevenir y eliminar la contaminación de los espíritus por la ideología burguesa decadente". Poco antes., la Asamblea Popular china decidió modificar algunas leyes para ampliar la aplicación de la pena capital. Entre los delitos graves aparecidos en los últimos años en China, el secretario general del Comité Permanente de la Asamblea, Wang Haribin, mencionaba los perpetrados por "cabecillas de pandillas de hampones, por secuestradores y traficantes de seres humanos y por matones que han lesionado a la gente con brutalidad y crueldad sumas", según el semanario chino Beijing.

Tras los años de la Revolución Cultural, observadores occidentales en Pekín constatan un aumento de la criminalidad, especialmente entre la juventud urbana. A mediados del año pasado, sin embargo, las autoridades decían que la criminalidad había descendido sensiblemente y que el índice de delitos en China era uno de los más bajos del mundo (7,1 por diez mil habitantes). Ahora, los observadores occidentales en Pekín advierten un cambio de la actitud oficial respecto a la delincuencia.

La represión se presentaba antes como una tarea que combinaba prevención, educación y castigo, y cuyo fin era una especie de rearme moral considerado "socialista", señala Le Monde. Ahora, se presenta como una "lucha de clases" contra los "enemigos del socialismo". En Pekín se especula, pues, con la posibilidad de que responda a presiones de los enemigos de la cooperación con Occidente. A mediados de octubre se celebra en Pekin un pleno del Comité Central del Partido Comunista Chino, objeto de una gran campaña de "rectificación" destinada a agrupar a los 40 millones de afiliados en torno a las orientaciones del hombre fuerte del partido, Deng Xiaoping.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_