Una conferencia internacional de periodistas critica las restricciones del derecho a informar

La sombra de George Orwell y de las restricciones para la información que describió en su obra 1984, han planeado sobre la conferencia internacional de periodistas celebrada en la localidad francesa de Talloires, junto a la frontera sumía, para examinar los problemas que afectan actualmente a la libertad de expresión. La reunión ha servido para que los 80 asistentes, representantes de los principales medios informativos de todo el mundo, expresaran su rechazo a los intentos de codificar y reglamentar el derecho a informar y el derecho a estar informados, objetivo que persiguen algunos Gobiernos y al que ha hecho el juego en algunos momentos la Unesco.

Los asistentes a la reunión de Talloires han señalado que todas las presiones que se están ejerciendo para crear un llamado, Nuevo Orden Mundial, de la Información, en el fondo, deliberada o indeliberadamente, tienden a encorsetar ilegalmente un derecho fundamental de las personas.Entre las conclusiones de estas jornadas, que se han celebrado a lo largo de¡ fin de semana, destaca la afirmación de que "las restricciones a la libertad de Prensa son restricciones a la libertad de los pueblos", y la de que "no existe ninguna soberanía nacional sobre las informaciones, pues la libertad de expresión es universal y ningún Gobierno o grupo de presión tiene derecho a limitar la libre circulación de las ideas".

En relación a las propuestas, ya mencionadas, de regular los códigos de conducta de la Prensa y los límites a la actuación de los informadores, se ha defendido la tesis de que deben ser los mismos periodistas y sus asociaciones profesionales quienes, en cada caso, y atendiendo a la circunstancias concretas del lugar y el momento, establezcan el marco de su trabajo.

Nueva tecnología

La conferencia, que se convocó bajo el lema de Una prensa libre / Un pueblo libre, examinó también la infuencia de la nueva tecnología en materia de medios de comunicación dentro del panorama mundial, así como las posibilidades que encierra de cara a mejorar el nivel de información de los pueblos. En este sentido, proclamó que ninguna nación o grupo de naciones tiene derecho a monopolizar estos avances tecnológicos, y que ningún Gobierno tiene derecho a restringir la aplicación de esas innovaciones en su territorio.

En el discurso inaugural de la conferencia, Francisco Pinto Balsemao, que se dirigió a los asistentes en su condición, de nuevo, de hombre de la Prensa y como representante del semanario Expresso, de Lisboa, señaló que la gran conclusión que había obtenido de su experiencia política como primer ministro portugués era la de la indivisibilidad de las libertades, y que sin libertad de movimientos para la Prensa no puede existir liberta¿ de crítica. y, en consecuencia, libertad para el conjunto de los ciudadanos de un país.

Walter Cronkite, comentarista de la cadena de televisión norteamericana CBS, efectuó un balance de la situación actual del mundo de la libertad de expresión. Denunció las leyes restrictivas que han sido dictadas en Corea del Sur y Filipinas, los atentados a periodistas en Guatemala, El Salvador e Irán, y el agujero negro informativo que constituyen la Unión Soviética y los países del Este. También se' lamentó de la tendencia de muchos periodistas que, en países donde se respeta la libertad de Prensa, consideran que tienen la obligación de anteponer un criterio de defensa general de los intereses de su país al criterio de estricta defensa de la verdad. Cronkite, por otra parte, llamó la atención sobre la paradoja que supone la explosión de las nuevas tecnologías de la comunicación y el perfeccionamiento progresivo de los sistemas de transmisión y reproducción de noticias, cuando no sólo no están garantizados los contenidos, sino que se observa. una progresiva reducción, a escala mundial, del margen de independencia de los periodistas.

Estos dos últimos temas, el desenfoque nacionalista de los informadores y la influencia de las nuevas técnicas, protagonizaron amplios debates y fueron recogidos, posteriormente, en las conclusiones de las jornadas. La casuística de las restricciones a la libertad de Prensa se vio ampliada por la aportación de otros Ponentes. El mexicano Andrés García Lavin explicó las presiones y censuras efectuadas sobre el diario La Prensa, de Nicaragua; ABC Color, de Paraguay, y El Caleño, de Colombia, y se refirió a los periodistas desaparecidos en Argentina, Chile y Uruguay. Ponencias parecidas reflejaron problemas concretos de la información en Turquía y la India, entre otros países.

Talloires, 1981

Talloires ya fue escenario en mayo de 1981 de una reunión similar. En aquella ocasión, periodistas de 21 países redactaron una declaración programática sobre la libertad de expresión, el derecho a acceder a las fuentes informativas, la libré circulación de noticias y el derecho natural de las personas a ejercer de informadores sin cortapisas de ningún tipo ni situaciones especiales. Entonces ya se expresó, como ahora, la oposición del mundo de la Prensa a que se establezca un código internacional de ética periodística, por considerarse que la pluralidad de puntos de vista y la heterogeneidad de las situaciones lo hacía desaconsejable.