El Comité de Competición, órgano sancionador del fútbol, cuestionado en su estructura e independencia
El Comité de Competición es el órgano sancionador de los encuentros de categoría nacional de fútbol español. A lo largo de la historia se han suscitado fuertes polémicas en torno a sus decisiones, que han variado según quién ha estado en el poder federativo. La grave entrada de Goikoetxea a Maradona, con la consiguiente lesión del mejor jugador del mundo, y el fallo del Comité, ha vuelto a poner de manifiesto la falta de una estructuración y de un marco legal jurídico e independiente, y la necesidad de que se corte de raíz la violencia del fútbol español aplicando en sus justos términos la máxima de que "la ley es igual para todos".
La lesión de Maradona puede servir para que los organismos deportivos competentes profundicen, al fin, en ello, y en la estructura arbitral, también incapaz de dotar a los colegiados de la independencia precisa.En las últimas temporadas, al actual Comité de Competición se le califica como el del vídeo. Una veces es la prueba irrefutable, y en otras se muestra inflexible ante peticiones de clubes que solicitan una sesión para demostrar que determinados árbitros han errado en su redacción del acta, elemento básico en casi todas las decisiones, y único en la mayoría de las veces. Fuentes próximas a la Federación no ocultan su preocupación por los graves conflictos que pueden suscitarse en un futuro, por el hecho de que "en categorías que no son la Primera División no existe el vídeo, y puede darse el caso de que una misma acción constitutiva de castigo reciba trato bien diferente. Se van a crear sanciones para jugadores de primera y segunda clase, según que su club disponga de vídeo".
El asunto es delicado y ha llegado hasta el Consejo Superior de Deportes, a quien se le pide una urgente revisión, a fondo, de la estructuración de leyes y normativas que regulan el deporte profesional, y en concreto el fútbol. Miembros cualificados del Consejo aseguran que se "trabaja en ello", insisten en la necesidad de que se corte la violencia, pero con criterios idénticos. Se recuerda el hecho de que los dirigentes futbolísticos hacen caso omiso de decisiones de índole superior, como ocurre en el caso del árbitro castellano Jacinto de Sosa.
El Comité de Competición está formado por cinco miembros, un presidente, un secretario y tres vocales. Antonio Martínez Lafuente, aficionado al Valencia y abogado del Estado, es su presidente, y Fernando Vara de Rey, funcionario de la Federación, el secretario y asesor jurídico, además de pertenecer como secretario a varios comités, Apelación y Jurisdiccional; tiene voz, pero no voto, y según personas relacionadas con la Federación "es el nexo de unión entre la jerarquía y los comités respectivos".
Pablo Porta explicó hace unas semanas a EL PAIS, quizá sin proponérselo, las razones de esta estructuración que desde diversos sectores se califica como la raíz del mal funcionamiento de los diferentes órganos federativos. Afirmaba Porta que "el presidente de la Federación debe sustentarse siempre en una muleta fuerte", refiriéndose al Madrid y al Barcelona. Todo un síntoma.
Los vocales del Comité son: Hilario Hernández, secretario general técnico del Ministerio de Cultura, y José Luis Llorente, ambos abogados del Estado, y Luis Viza, abogado en una empresa privada, el de más edad, 55 años.
El obispo de Bilbao
"No deis la sanción a Goikoetxea hasta un tiempo prudencial después de que acabe el partido entre el Athlétic y el Lech Poznan". Porta ordenaba así a miembros de lo que define como "Comité absolutamente independiente" el horario más prudente para evitarle disgustos en Bilbao. Tenía que entregar el trofeo de la Liga al Athlétic. No pudo evitar la monumental bronca del público, pero consiguió retrasar unas horas lo que más temía, una agresión. A punto estuvo de producirse, sin embargo. Porta cenó después, entre otras personas, con el lendakari Garaikoetxea, el obispo de Bilbao, monseñor Uriarte, y el presidente del Athlétic, Aurteneche. Ha trascendido que el obispo llegó a expresar su disconformidad, "como aficionado", por la sanción a Goikoetxea, aunque lo más grave ocurrió antes de concluir la tensa cena, cuando un grupo de personas, al parecer cinco, irrumpió en el local con ánimo de agredir a Porta. Sus guardaespaldas tuvieron que trabajar a destajo.
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