_
_
_
_

Derecha política y derecha real

Una serie de hechos en apariencia irrelevantes empieza a demostrar lo que en esta sección se viene diciendo últimamente: la derecha política no representa con la fidelidad necesaria la derecha real. O la derecha real no se siente eficazmente representada por la derecha política. En el fondo -y desde las segundas elecciones generales del posfranquismo- la derecha política ha sido una inversión tan voluminosa como infecunda para la banca. Y esto favorece la impresión de que la derecha real se ha adaptado deficientemente al tránsito de la democracia orgánica a la democracia sin adjetivo cualificado.( ... ). En los escaños del antiguo régimen parlamentario se veía a una gran variedad de uniformes eclesiásticos y militares, y muchos rostros vinculados a las grandes empresas y a los grandes complejos financieros. Ahora es distinto. La política se ha profesionalizado, y las listas electorales se confeccionan a base de políticos. ( ... ). Pero ¿se sienten eficazmente representados por sus políticos? El fortalecimiento del corporativismo empresarial -un planeta subsidiario de la constelación financiera- y las reacciones defensivas del corporativismo eclesial, más el aislamiento creciente del Ejército, facilitan el diálogo directo entre el Gobierno y esas fuerzas sociales, de espaldas, a veces, de la derecha parlamentaria.Lo antedicho tiene ventajas e inconvenientes. Por un lado, origina mayor fluidez en las relaciones sociales, mientras estimula la tarea conservadora de crear aceleradamente una derecha política. ( ... ). Las fuerzas políticas se hacen sobre la marcha, sintonizando con sectores sociales. Y defendiéndolos. Y ocurre así que la derecha real -Ejército, Iglesia, banqueros y empresarios-, más que aproximarse a la derecha política, ven cómo la derecha política intenta aproximarse a ellos. Los esfuerzos del señor Fraga por comprender y justificar determinadas actitudes castrenses son un intento de lograr la representación de ese estamento. Y la llamada guerra de los catecismos, preludio de movilizaciones en contra de la LODE, abren a Alianza Popular, según reconoce el mismo Fraga, la posibilidad de salir a la calle. (.. .). Movilizaciones con trasfondo religioso, titubeos gubernamentales, esporádicas crispaciones en algún estamento, resistencias pasivas... Empiezan a surgir algunos demonios del pasado, aunque es de esperar que no crezcan, que no dejen de ser diablillos. ( ... )

, 30 de septiembre

Cuando un tema da mucho que hablar, lee todo lo que haya que decir.
Suscríbete aquí

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_