TVE y las productoras de cine firman un pacto de cooperación

El primer acuerdo entre las principales asociaciones de productores de cine y Televisión Española se firmó ayer en el despacho del director general de RTVE, José María CaIviño, tras dos años y medio de negociaciones, iniciadas cuando era director general del Ente Público Fernando Castedo. Éste acuerdo supone, entre otras medidas, que Televisión Española invierte este año 1.100 millones de pesetas en las denominadas producciones asociadas, coproducciones y producciones especiales, que representan alrededor de 80 horas de programas de ficción y otras 20 horas de programas de carácter documental.El acuerdo es un marco de relaciones que se caracteriza por ser mejorable en el futuro y su espíritu es regular la mutua colaboración entre el cine y la televisión españoles para lograr un mejor desarrollo cultural y económico en sus respectivas actividades. Los firmantes del acuerdo -el director general de RTVE, José María Calviño; la directora general de Cinematografía, Pilar Miró; y seis asociaciones de productores, representadas por Manuel Salvador (AEPC), Elías Querejeta (APC), José María Forn (Agrupación Catalana de Productores Independientes), Gregorio Sacristán (UPCE), Antonio Cuevas (PCA) 3, José Esteban Alenda (ACE) en representación de los cortometrajistas-, declaran que dejan abierto el acuerdo para que puedan integrarse las productoras cinematográficas que lo deseen.

Importancia del acuerdo

Pilar Miró dijo ayer que lo más importante de esto documento, aparte de su contenido, es que se haya firmado, después de nueve meses -"como un parto"- de negociaciones. "Para mí era uno de los acuerdos prioritarios que había que lanzar desde esta dirección general. No puedo olvidar que empecé esas conversaciones al otro lado de la mesa. Han sido conversaciones que se han ido interrumpiendo a medida que han ido cambiando los directores generales tanto de cine como de RTVE. Se trataba de sentar a la mesa a las dos partes, TVE y representantes de la producción y mediar durante meses para unificar criterios. Es un acuerdo que no hay que desorbitar interpretando que con esa firma se arregla la situación de la industria cinematográfica, pero desde luego es un punto de partida necesario tanto para el cine como para la televisión y que nos homologa con Europa".En este documento se regula la cuota de pantalla en televisión que en largometrajes es de un mínimo de uno español anual, por cada cuatro de producción extranjera, y en cortos de un mínimo de 25 nacionales en la programación anual. También establece unas tarifas por su emisión que van, desde medio millón de pesetas para filmes en blanco y negro producidas antes de 1979, hasta 5 millones de pesetas por las de color producidas a partir de 1979, cuando hasta ahora TVE nunca había pagado más de 3 millones de pesetas.

Compra en exclusiva

El apartado principal del acuerdo se refiere a la adquisición de derechos de antena sobre proyectos cinematográficos por parte de TVE, que se compromete a pagar un mínimo de 18 millones de pesetas por dicha compra en exclusiva, para la emisión de la película pasados dos años de explotación comercial en las salas de cine. Para los cortometrajes, la valoración mínima se fija en 50.000 pesetas por minuto.Calviño ha calificado este acuerdo como democrático y de estilo europeo -se asemeja al que existe en otros países como Francia, Italia y la República Federal de Alemania-. Por su parte, José Manuel Martín de Blas, subdirector de Producciones Asociadas y Coproducciones, ha explicado que este documento "es un acuerdo muy abierto ya que contiene una cláusula de revisión o confirmación renovable a finales de 1984".

Un primer paso

Por su parte, Elías Querejeta, uno de los productores firmantes del acuerda, considera que el "un primer paso satisfactorio en cuanto que es el primer acuerdo logrado entre cine y televisión. Ahora bien, para que sea enteramente satisfactorio, entiendo que no basta sólo el acuerdo, ya que lo que importa es el desarrollo del marco, que es el que decidirá y objetivará que el acuerdo sea positivo en el futuro. No basta con firmar un acuerdo, sino que hay que cumplirlo y desarrollarlo, lo cual es condición inexcusable para considerarlo cumplido".