Boicoteo de la oposición en un pleno municipal de Zaragoza
Los 12 concejales de los grupos de la oposición en el Ayuntamiento de Zaragoza, AP-PDP-UL, y Partido Aragonés Regionalista, abandonaron ayer el pleno extraordinario celebrado por la corporación, al no estar de acuerdo con la premura de tiempo con que fue convocada dicha sesión, en la que se iban a aprobar el presupuesto ordinario y de inversiones así como el aumento de impuestos y tasas de agua, basura, bomberos, circulación, publicidad, y otros servicios.La oposición argumentó dicha postura indicando que con tan escaso margen de tiempo -recibieron los dictámenes el sábado- no era posible estudiar el contenido de todos los temas. "El comportamiento socialista en el Ayuntamiento de Zaragoza es anómalo; en lugar de escuchar a la oposición juegan con ella", manifestaron portavoces de dichos grupos. Por su parte Gonzalo Salas, en representación de AP, en el momento de comunicar al alcalde, Ramón Sáinz de Varanda, su decisión de abandonar el pleno, recordó al vicepresidente del Gobierno cuando dice que "la oposición no sirve para nada" y esto era debido, dijo, a la actitud del partido mayoritario del ayuntamiento, el PSOE, que no daba oportunidades a la oposición de expresar sus mociones e iniciativas.
El pleno aprobó, con los votos en contra de la oposición y sólo los 17 a favor del PSOE, el presupuesto ordinario de 11.800 millones de pesetas y el de inversiones de 1.600 millones. Una vez vistos los dictámenes referentes al aumento de tasas, los concejales de la oposición regresaron al pleno.
Las relaciones entre el PSOE, grupo mayoritario del ayuntamiento, y los partidos de la oposición atraviesan momentos tensos: recientemente estos grupos, incluido el PCE, hicieron público un comunicado en el que calificaban la actitud del alcalde como "autoritaria y antidemócrata" al haber suspendido un pleno cuando aún faltaban por debatirse las propuestas presentadas por la oposición.
El PSOE respondió a estas acusaciones indicando que la oposición no había sabido encajar la derrota de las pasadas elecciones y que en modo alguno podía recibir lecciones de democracia de grupos donde había personas de claro pasado franquista.
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