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La crisis permanente de Oriente Próximo

Las tres razones que Israel esgrimiría para intervenir

El Ejército israelí se abstiene por el momento de intervenir en los combates, y en Jerusalén se hacen oídos sordos a las indicaciones norteamericanas sobre la conveniencia de que la aviación actúe contra las unidades palestinas que luchan junto a los drusos. No obstante, la actitud del Gobierno puede cambiar de un momento a otro, y de creer a algunos observadores diplomáticos en Tel Aviv la intervención militar israelí puede incluso ser inminente.Israel se vería obligado a intervenir militarmente, según fuentes del Ministerio de Defensa, si Suk el Gharb y Deir el Qamar cayeran en manos de drusos y palestinos. La entrada en Beirut de un importante contingente de las fuerzas palestinas sería considerado en Jerusalén como una violación del alto el fuego establecido el año pasado con la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), y, en consecuencia, como un casus belli.

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"Los norteamericanos querrían que interviniéramos para rebajar la presión eercida, sobre los marines en Beirut", según un alto oficial israelí, "pero sin una seria provocación de Damasco el Ejército israelí no se moverá. Amin Gemayel, que ha traicionado todas las piumesas hechas a Israel por su hermano Bechir, no merece ser salvado. Pero Israel no tolerará la toma de Beirut por las fuerzas combinadas de los drusos y de los terroristas palestinos, armados y dirigidos por oficiales sirios. Esperemos que Hafez el Asad (presidente sirio) sepa cuál es el umbral que no puede rebasar".

Divisiones en el Gobierno

El Gobierno israelí está dividido sobre la respuesta a dar al recrudecimiento de la situación bélica en Líbano. Varios ministros, con Ariel Sharon a la cabeza, critican la actitud -"deniasiado pasiva", a sus ojos- del ministro de Defensa, Moshe Arens, a quien exigen que no abandone a su suerte a Gemayel y a las Fuerzas Libanesas (milicias cristianas unificadas, controladas por Jos falarigistas). Arens, apoyado por otros miembros del Gabinete, estima que Israeldebe mantenerse fuera de este guerra mientras sus intereses vitales no se encuentren directamente amenazados. Arens replica que la actuación israelí no debe ser dictada por "un grupo de presión extranjero", directa alusión a los falangistas, que tan buenas relaciones mantuvieron con Sharon, sino por el interés nacional.

Tres son las circunstancias que, a juicio de Arens, amenazarían vitalmente los intereses israelíes: que la OLP consiga establecerse entre Damur y Sidón; que "el Ejército sirio intervenga directamente por tierra o en el espacio aéreo libanés", como se dice en el Ministerio de Defensa, o que los palestinos entren en masa en Beirut.

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