El gobernador de Gerona descarta el móvil político en la explosión en un chalé de Platja d'Aro

El gobernador civil de Gerona, Miquel Solans, afirmó ayer que la explosión producida el pasado miércoles en un chalé de Platja d'Aro, en la que resultaron muertos dos obreros y un tercero gravemente herido, no tiene móviles políticos en modo alguno, ni relación con las cartas de amenaza recibidas por algunos industriales de la zona. Afirmó también Solans que las investigaciones practicadas durante, los últimos meses permiten asegurar que tras los autodenominados Comandos Autónomos Anticapitalistas "no existe ninguna organización política".

Los artificieros de la Guardia Civil encontraron ayer entre los escombros del chalé siniestrado restos de un recipiente metálico, que por sus características podrían ser parte de una bombona de gas, en cuyo interior se habría dispuesto el explosivo, provisto de un dispositivo detonante. Se investiga también la procedencia de un conductor eléctrico hallado en el lugar.Entre los empresarios amenazados, la indignación y el miedo era ayer enorme. Algunos de ellos significaron a este periódico que siguen recibiéndose cartas de amenaza. En una reunión que mantuvieron en la noche del pasado miércoles, criticaron duramente la actuación de las autoridades, que "no han investigado suficientemente el tema". "Las explicaciones que nos da el gobernador y la policía son de risa", concluyeron. Todos dan por sentado que el atentado perpetrado en el chalé de Platja d'Aro guarda relación directa con las cartas.

Aventuran que el artefacto podría haber sido preparado para explosionar durante la noche, para que fuese interpretado a modo de aviso. Un error de los autores del atentado explicaría, para los partidarios de esta hipótesis, el trágico balance de la explosión. "Esperamos que ahora, con dos muertos, las autoridades investigarán en serio". Para algunos, los más serenos, todo "es obra de un loco".

Entierro de las víctimas

De "desgarrador y triste" calificó el suceso el capellán que pronunció la homilía en el entierro de Manuel y Tomás Monago Trigueros, celebrado ayer tarde en Sant Feliu de Guixols. El sacerdote, creyendo interpretar el sentimiento de los casi 2.000 fieles que acudieron al funeral, significó su indignación, dolor y tristeza por "estas muertes causadas no sabemos por que ni por quien, que nunca tuvieron que haberse producido".A la ceremonia, aunque a título personal, asistieron los alcaldes de Sant Feliu de Guixols y Castell-La Platja d'Aro. Asimismo, se encontraba presente el industrial Miguel García Matz, contra el que presuntamente, y según la mayoría de los comentarios, iba dirigido el atentado.

Alfonso Tops, propietario de la urbanización Mas Nou, escenario de la explosión, hizo público ayer un comunicado en el que se afirma que los 300 kilogramos de Goma 2, cuya autorización había sido concedida por él Gobierno Civil de Gerona por un período de tres meses, "continúan depositados íntegramente en el depósito de La Bisbal".