Los resultados de las cajas en el primer semestre, un 27% superiores a los del año pasado

Los resultados provisionales de las instituciones financieras privadas, correspondientes al primer semestre del año, muestran un deterioro claro en los de los bancos mientras que los de las cajas de ahorro han crecido en un 27%, situándose por encima de los 50.000 millones de pesetas. Los beneficios netos antes de impuestos de los siete grandes han caído en 2.000 millones de pesetas, a pesar de que en lo que va de año se han destinado menores cantidades a provisiones para fallidos y amortizaciones de lo que se hizo el año pasado. En el segundo semestre, a pesar del encarecimiento de los créditos, no podrán generarse los beneficios necesarios como para que al cierre del ejercicio se obtengan, al menos, los mismos niveles de resultados que en 1982.

Las cajas de ahorro, que durante el primer semestre han tenido un crecimiento de su pasivo superior al de la banca, han obtenido 390.000 millones de pesetas como productos financieros, frente a 207.000 millones de gastos financieros. El margen ordinario de las cajas se sitúa en casi 183.000 millones de pesetas; los gastos de personal ascienden a 82.000 millones y los generales a más de 31.000 millones. Con ello resulta que las cajas han obtenido un margen de explotación de 59.765 millones de pesetas, de los que 13.000 millones se han destinado a saneamiento de créditos y 3.950 a amortizaciones. Los resultados contables ascienden a 50.000 millones de pesetas, frente a los 41.000 millones del mismo período del año anterior.El conjunto de los siete grandes bancos -Central, Banesto, Hispano, Bilbao, Vizcaya, Popular y Santander- ha visto decrecer en más de 2.000 millones de pesetas sus resultados provisionales en el primer semestre, a pesar de que las dotaciones para fallidos han sido durante este año inferiores a las de 1982. Ello puede provocar que, al cierre efectivo del ejercicio cuando realmente se tienen que formalizar todas las provisiones del año, éstas sean bastante mayores, lo que incidiría aun más negativamente sobre la cuenta de resultados.

Subida de coeficientes

La subida del coeficiente de caja en diciembre del año pasado ha tenido repercusiones importantes sobre los resultados del conjunto de la banca, según fuentes del sector, aunque su incidencia ha sido igual pata las cajas de ahorro. La decidida en el mes de agosto volverá a dejar sentir sus efectos en el segundo semestre. En opinión de la banca, las emisiones de pagarés del Tesoro y la deuda pública están incidiendo también en el encarecimiento del pasivo que captan entre el público. El hecho de que la demanda de crédito no se haya reanimado a lo largo del primer semestre también ha supuesto menores ingresos financieros para las entidades.Las impresiones que hay en medios bancarios sobre la marcha del sector para el conjunto del año no son favorables y se tiene la certeza de que 1983 representará la confirmación de la tendencia ya anunciada el año pasado de reducción de los resultados. Si en 1982 los beneficios, en pesetas de cada año, fueron prácticamente similares, en el actual los bancos ganarán menos dinero, a lo que habrá que sumar la depreciación de la peseta por efectos de la inflación, De estos menores resultados no se librará ninguno de los grupos en los que tradicionalmente viene dividiéndose la banca privada.