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Cuatro montañeros españoles, muertos el domingo

El accidente del Naranjo, segundo en su género

Antonio Guerrero

Los montañeros vigueses Javier Iglesias y Senén Cruces, pertenecientes al Club Montañeros Celtas, que fallecieron el pasado domingo en el Naranjo de Bulnes, se despeñaron, al parecer, por la caída del primero de cuerda, el cual, al precipitarse, arrancó los seguros y arrastró a su compañero. Sin embargo, nadie ha podido definir las causas que motivaron esta caída. Según la opinión de algunos expertos, para atacar una pared así, tenían que ser buenos escaladores. Es la segunda vez, en la historia de esta montaña, que se produce un accidente de estas características. En 1970, se mataron Ortiz y Berrio. Las víctimas de ahora son la. sexta y séptima de la cara oeste.En la larga historia de escaladas al Naranjo de Bulnes, que comenzó el 5 de agosto de 1904, solamente se había dado este tipo de accidente una vez. En 1969, los montañeros Ramón Ortiz y Francisco Berrio se despeñaron cuando estaban terminando el último largo de cuerda por la cara oeste. En aquella ocasión la cuerda quedó enganchada en un saliente y fué necesario cortarla para poder recuperar sus cuerpos.

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Los dos montañeros gallegos sufrieron la caída alredor de las siete y cuarto de la tarde del día 18, cuando se encontraban a 400 metros de altura en la vía Murciana, en el lugar conocido como Laja España, desde donde quedan unos 200 metros para la cumbre. Al parecer, según opinión de expertos, a partir de allí quedan los largos menos difíciles.

Aunque no se han establecido con exactitud las causas del a ccidente. expertos montañeros que había en la zona opinan que el primero de cuerda debió caerse y voló arrancando en su caída las dos clavijas de seguro que habían puesto en el largo -técnicamente se denomina hacer la cremallera-, arrastrando a su compañero y arrancando también los dos empotradores con los que tenían asegurada la reunión. Fundan esta hipótesis en el hecho de que los cuerpos aparecieron encordados y a que las clavijas estaban rotas y los mosquetones destrozados.

Cuando ocurrió la caída, había otras cordadas escalando el Naranjo. Concretamente, una se encontraba muy cerca de ellos escalando la vía Rabadá-Navarro, la cual escuchó los gritos que dieron mientras se despeñaban. Al parecer Ios cuerpos, en su caída, chocaron contra la Gran Travesía de la vía citada, lo que les hizo separarse de la pared veinte metros.

Un grupo de montañeros del refugio de Urriello se acercaron al lugar de la caída y tras ver los cuerpos destrozados, prefirieron esperar a la Unidad Alpina de la Guardia Civil. Ésta llegó a las cuatro de la madrugada del lunes y bajó a los montañeros hasta el refugio, desde donde un helicóptero de la Benemérita, con base en Logroño, llevó los cuerpos a Catreña de CabraIes, Después fueron trasladados hasta Arenas, donde se les instaló en las cajas para su trasladó a Vigo, donde fueron enterrados ayer.

La vía Murciana, situada en la cara oeste del Naranjo de Bulnes, fué abierta por los montañeros, murcianos José Luis García Gallego, Juan Carlos García Gallego, Juan Carlos, Ferrer y Alfonso, Cerdán, en agosto de 1978. Tiene bastantes pasos artificiales, algunos de ellos de mucha dificultad, y, la mayor parte, de escalada libre.

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