Transportes confirma la supresión de la línea entre Alicante y las islas Baleares

El Ministerio de Transportes ha confirmado la supresión de las líneas marítimas que unen la península con las islas Baleares desde Alicante, argumentando una mayor rentabilidad en las que cubren este servicio desde Valencia y Barcelona. Según el presidente de la junta del puerto de Alicante, Ángel Cuesta, esta supresión "no es definitiva, y el director general me ha manifestado la provisionalidad de esta medida". Añadió Cuesta que el ministerio ha prometido a las autoridades alicantinas que continuarán los esfuerzos y estudios para conseguir la reimplantación de los servicios de la compañía Trasmediterránea desde Alicante a Ibiza y Palma de Mallorca.Cuesta calificó la situación que ahora se inaugura en el puerto de Alicante de "triste". Sin embargo, la junta del puerto, autoridades y un grupo financiero mantienen estas semanas conversaciones para poner en marcha una línea sustitutoria de la que ahora desaparece, mediante la inversión de capital privado alicantino, con el objeto de cubrir estos servicios de gran importancia social para la ciudad de Alicante. El proyecto se basa en dos puntos que autoridades y entidades sociales y económicas alicantinas habían solicitado de la compañía Trasmediterránea: el cambio de horario, hasta ahora diurno, de los viajes por un servicio nocturno, y la sustitución de los buques por unos más modernos y cómodos.

Al mismo tiempo, la compañía Isleña de Navegación, SA (Isnasa) pretende ampliar sus actuales servicios desde la ciudad de Denia a Ibiza. Esa duplicidad en la oferta, a pesar de la competencia, no ofrecería incompatibilidad alguna, según el presidente de la junta del puerto alicantino.

Una vez confirmada la supresión de las líneas, Ángel Cuesta presentó su dimisión ante el gobernador civil, que no se la aceptó. El titular del Gobierno en la provincia, Octavio Cabezas, confirmó a Cuesta en su cargo, al que llegó tan sólo unas fechas antes de conocerse el riesgo de desaparición de las líneas marítimas.

En las fechas siguientes a conocerse el rumor ahora confirmado oficialmente, todos los sectores políticos, económicos y sociales de Alicante se movilizaron en favor del mantenimiento de estas líneas y se generalizaron las acciones en contra de su supresión. Tanto la Diputación Provincial como el ayuntamiento de la ciudad, Cámara de Comercio, patronal de la provincia, centros de iniciativas turísticas, agencias de viajes y parlamentarios expresaron su protesta. El Grupo Popular acusó desde distintos ángulos al Gobierno de la Generalitat valenciana al considerar desacertada su política hacia los intereses alicantinos.

Según el Ministerio de Transportes, la línea Alicante-Palma ofrecía el pasado año un déficit de 108 millones de pesetas, y la de Alicante-Ibiza unas pérdidas anuales de 234 millones, ambas con índices de uso muy bajos.