María Liguori,
napolitana de 41 años, de profesión prostituta, accedió a las peticiones de Paolo de Martino de abandonar su trabajo e irse con él. Después de dos días de romance, Martino se arrepintió y la dejó de nuevo en la calle. María Liguori, entonces, estimó que sus honorarios habituales rondaban los 200.000 dólares diarios (casi 30 millones de pesetas) y pidió a Martino, según informa Efe, una indemnización de 400.000 dólares. La desgracia de María vino cuando intentó extorsionar a Martino con la colaboración de su hijo y de un amigo. Ahora se ha quedado con sus dos días de suspensión de empleo y sueldo, sin la indemnización y, encima, la han metido en la cárcel.
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