La agencia Ariatur desapareció el sábado, antes de que la policía procediera a su clausura

Los locales de la empresa Ariatur, situados en la calle del Doctor Fleming, 51, donde se ofrecían desde hace meses los servicios propios de una agencia de viajes sin poseer licencia para ello, se encontraban ayer cerrados. Francisco Gadea, subdirector general de Comercialización Turística, declaró que el Gobierno Civil, tras haber recibido la denuncia que presentó su departamento contra esta agencia, envió el pasado martes a la polícia para que procediera a su clausura, lo que no pudieron realizar por encontrarse el local cerrado y evacuado.

La notificación del Gobierno Civil en tal sentido fue recibida ayer en la Secretaría de Estado de Turismo. En la nota enviada se informa también que, al parecer, y según pudieron saber los agentes por el portero de la finca, la agencia cerró el pasado sábado, día 20, fecha en la que EL PAÍS publicó una información sobre la actividad ilegal de Ariatur, cuyo responsable había sido director de la sucursal en Madrid de Viajes Marina, SA, y cabeza visible de un presunto fraude por valor de casi un millón de pesetas a cinco clientes. En el informe de la policía se da cuenta de que, al día siguiente, a las 7 de la mañana, según los testimonios obtenidos por los agentes que se desplazaron al lugar, los responsables de Ariatur se llevaron en una furgoneta todos los muebles y el material que había en los locales. Se desconoce el lugar donde han sido trasladados.Francisco Gadea declaró ayer que "con este cierre, aunque haya sido voluntario, Ariatur se ha visto obligada a cumplir la primera penalización impuesta por la Secretaría de Estado de Turismo, ante la certeza de que iban a actuar los mecanismos legales para efectuar la clausura".

Reclamaciones, ante el juzgado

Por su parte Ignacio Vasallo, director general de Comercialización Turística, informó que tras el cierre su departamento no puede hacer nada más. "Nuestras competencias en este caso se agotan con la clausura de las oficinas de Ariatur, que estaban abiertas ilegalmente, pero otras medidas sancionadoras contra los responsables escapan a nuestras posibilidades legales". Hasta el momento no se han recibido denuncias contra la agencia de clientes o empresas mayoristas. "En mi opinión", afirmó Ignacio Vasallo, "esta empresa no ha podido ofrecer demasiados servicios, ya que no poseía título y por tanto no podía expedir billetes de Renfe o Iberia, a no ser que otra agencia se los facilitara, y no creo que ninguna empresa mayorista le haya proporcionado bonos propios".En el caso de que alguna persona o empresa mayorista se vea afectada por la desaparición de los responsables de Ariatur, añadió Vasallo, la Secretaría de Estado de Turismo tampoco podría ayudarles, puesto que se trata de una relación privada entre la agencia y los clientes, y la única posibilidad de reclamación consistiría en presentar una denuncia ante el juzgado.