Un encarnizado rival del régimen
Benigno Aquino, líder carismático de la oposición filipina, era un rival encarnizado del presidente Ferdinando Marcos, al que acusaba de tirano y de haber "amasado una enorme fortuna", tanto en Filipinas como en el extranjero, por medios dudosos. Estaba considerado como la única personalidad política filipina capaz de encabezar una alternativa al régimen de Marcos.
Nacido en noviembre de 1932, en una familia consagrada a la vida política, a los 22 años ya es uno de los consejeros del Gabinete del presidente Raymond Magsaysay y participa en las negociaciones con los Huks (guerrilleros prosoviéticos).
A esa edad se convierte en alcalde de su ciudad natal, a los 25 es vicegobernador de la provincia de Tarlac y tres años más tarde, gobernador. Participa en los Gobiernos de Carlos García y de Diosdado Macapagal. En 1967 se convierte en el senador más joven de la historia de Filipinas y con ello en la mayor esperanza del Partido Liberal frente al Partido Nacionalista de Ferdinando Marcos.
En 1971, las posibilidades de que Aquino acceda a la presidencia de la República no se le escapan al propio Marcos, quien elegido en 1969 no puede presentarse a las elecciones de 1973. Sin embargo, un año antes de la consulta, el presidente proclama la ley marcial con el pretexto del desmantelamiento de una vasta conspiración.
Aquino es detenido inmediatamente y durante siete años y siete meses permanece en prisión. En 1977, un tribunal militar le condena a muerte por "asesinato, tenencia ilícita de armas y subversión". La sentencia es conmutada por Marcos.
En mayo de 1980, Aquino, casado y padre de cinco hijos, fue puesto en libertad para que pudiera someterse a una operación cardiaca en Estados Unidos, país en el que permanece tres años ejerciendo la docencia en dos de sus más prestigiosas instituciones, la Universidad de Harvard y el Instituto Tecnológico de Massachusetts.
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