Madrid y Londres preparan la reumon conjunta sobre Gibraltar que se celebrara en septiembre
Las delegaciones inglesa y española que, presididas por los respectivos ministros de Asuntos Exteriores, mantendrán un encuentro en septiembre próximo han iniciado ya las gestiones encaminadas a determinar la agenda de trabajo del encuentro. Todos los círculos políticos consultados dan por seguro que el primer punto de dicha agenda será el problema de Gibraltar.
El Gobierno británico desea comenzar cuanto antes las negociaciones bilaterales con España, para que, de acuerdo con el contenido de la Declaración de Lisboa, puedan solucionarse todas las diferencias sobre Gibraltar. El nuevo secretario del Foreigri Office, Geoffrey Howe, declaraba a este periódico (véase EL PAIS de 7 de agosto) que, en su opinión, la citada declaración, firmada el 10 de abril de 1980, "representa la mejor vía de avance. Espero que el Gobiemo español esté dispuesto a cumplirla cuanto antes", añadía.No se descarta, por otra parte, que, con anterioridad a dicho encuentro, el ministro español de Asuntos Exteriores, Fernando Morán, y de Gran Bretaña, Geoffrey Howe, puedan mantener una entrevista previa en Madrid. Se espera que Howe viaje a .Madrid para la clausura.de la Conferencia sobre la Seguridad y la Cooperación en Europa (CSCE), prevista para la primera quincena del próximo mes.
No penalizar a la población
El ministro Morán ha declarado en varias ocasiones durante lag últimas semanas que "no -se debe seguir penalizando a la po' blación de Gibraltar", y que el tema- de "la soberanía tiene que resolverse de forma compatible con los intereses de esa población. Creemos que a un plazo medio se tiene que producir la integración de una y otra parte del campo de Gibraltar", declaró Fernando Morán en San Roque el pasado 31 de julio.Para Morán, la apertura peatonal desde diciembre ha sido positiva para los residentes españoles del campo y al gunas de las medidas restrictivas existentes desde 1969, fecha del cierre de la frontera, podrían suavizarse sin que necesariamente ello suponga conculcar la norma. "No descarto incluso medidas unilaterales españolas en este sentido, si ello sirve a una estrategia del Gobierno, porque tengo serias dudas de que la recuperación de Gibraltar pase por apretar las clavijas a los llanitos", añadió.
El jefe de la diplomacia española estaría dispuesto a no hace uso de la reciprocidad de derechos, que en su opinión se prevé en la declaración de Lisboa y que, según Morán, los gíbraltareños deberían conceder simultáneamente a la apertura completa de las comunicaciones, debido a la grave crisis económica y laboral que atraviesa la colonia.
El aspecto más delicado -punto 3 de la Declaración de 10 de abril de 1980-, que se presenta de cara a la nueva ronda negociadora es precisamente el que se refiere a ambas cosas, y que en su texto dice: "Los dos Gobiernos han acordado el restablecimiento de comunicaciones directas en la región. El Gobierno español ha decidido suspender la aplicación de las medidas actualmente en, vigor. Ambos gobiernos han acordado que la futura cooperación estará basada en la reciprocidad y la plena igualdad de derechos. Valoran y contemplan con interés los pasos que se irán adoptando por una y otra parte y que, a su juicio, abrirán el camino hacia un entendimiento más estrecho entre aquellos directamente afectados en el área".
La parte británica interpreta que, en el orden de compromisos, primero viene la "suspensión" de las medidas restrictivas, e incluso al final de la declaración se fijaba la fecha del 1 de junio de ese mismo año para ello. Sin embargo, para la parte española el párrafo 3 es un todo y tanto las restricciones como la concesión de reciprocidad tienen que ser simultáneos.
Londres se escuda en que no puede presionar al legislativo gibraltareño para que abrogue la ley que prohíbe trabajar y adquirir propiedades a los españoles, aunque el gobernador gibraltareño tiene poder para introducir un proyecto de ley en este sentido en la Asamblea de la colonia. De todas formas, Morán quiere alguna garantía de que eso se producirá cuanto antes y quizá adopte la fórmula de ir flexibilizando gradualmente las medidas restrictivas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.