El golpe de Alto Volta: un episodio de la guerra fría
Le MondeEl nuevo estallido de la crisis en Alto Volta, pequeño Estado pobre y debilitado por profundas querellas internas, está lejos de constituir una sorpresa. Se sabía, en efecto, desde la detención del capitán Sankara en mayo, que el comandante Onedraogo, joven jefe de Estado sin grandes ambiciones, pensaba retirarse de la vida política. (...) Este golpe de Estado se produce en un momento en que el conflicto chadiano adquiere proporciones inquietantes y que se inscribe en la corriente que trata de amenazar el equilibrio bien frágil de esa zona del centro de África. Sankara es, en efecto, un amigo del coronel Gadafi. Sus ataques habituales contra el neocolonialismo y la dominación extranjera, que repite en su primer discurso por radio, tienen por objetivo París, sobre el que se apoyaba el comandante Onedraogo, lo mismo que algunos vecinos de Alto Volta, comenzando por Costa de Marfil, culpables de mantener buenas relaciones con el jefe de Estado derribado.
Nada indica, por el momento, que el dirigente libio haya desempeñado un papel en el golpe de fuerza, sobre el cual se tienen solamente informaciones incompletas. Pero si es exacto que el capitán Sankara controla completamente la situación como ha declarado, el coronel Gadafi se felicitará de la vuelta al poder de su joven admirador, al cual ayudará, sin duda alguna, para consolidarse en el poder. Esto constituirá un revés para Francia, cuyas relaciones con sus mejores aliados de África negra están envenenadas por la aparición de esos émulos del coronel libio, que aprovechan el cansancio ante la imposibilidad de mejorar su propia suerte. (...) Si ese joven oficial de paracaidistas se mantiene fiel a sí mismo y logra asentarse en el poder, Alto Volta, donde la presencia francesa es importante, se convertirá rápidamente, a su vez, en un motivo de fricción cotidiano entre París y Trípolí.(...)
, 6 de agosto
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.