El nuevo paso del puerto de Piedrafita hará más fácil el acceso norte a Galicia
Esta tarde será inaugurado el tramo de la carretera Nacional-VI, Madrid-La Coruña, entre Ambasmestas y Piedrafita, cuya entrada en servicio se ha demorado sensiblemente a causa de diversos corrimientos de tierra producidos en la zona. La visita del ministro de Obras Públicas, Julián Campo, y altos responsables del MOPU a la provincia lucense va a ser aprovechada por el alcalde de As Nogais, el socialista José Espín Mejía, para exponer, una vez más, la necesidad de afrontar la realización del tramo de 11,5 kilómetros entre As Nogais y Becerreá, que 15 años después de establecerse el Plan Redia carece todavía de una solución técnica, pese a constituir la vía fundamental de comunicación de las provincias de La Coruña y Lugo con el resto de España.
Es frecuente oír decir que poco más de 11 kilómetros separan a Galicia de Madrid, refiriéndose a las dificultades que entraña superar este tramo, único de todo el trazado que no ha sido modificado. El nuevo acceso, que une las provincias de Lugo y León y que hoy se inaugura, se inscribe, según fuentes del MOPU, en la. política prioritaria del departamento de adecentar los tramos de las carreteras en los que concurría una mayor urgencia social. Aunque el nuevo recorrido de 14 kilómetros -que ha supuesto una inversión de 1.370 millones de pesetas- sólo rebaja en 800 metros el trazado anterior, responsables de la Dirección General de Carreteras calculan que su puesta en servicio puede reducir hasta media hora la duración habitual de los viajes entre Galicia y Madrid, al evitarse las travesías de Ambasmestas, Herrerías, Las Lamas y El Castro.Pero la carretera N-VI, que une las provincias norteñas gallegas con el resto de España, tiene ahora un serio problema por resolver, al no haberse encontrado una solución técnica para el tramo de los 11,5 kilómetros que separan las villas lucenses de Becerreá y As Nogais pese a haber transcurrido más de 15 años desde que se estableció el Plan Redia.
El Plan de Itinerarios Asfálticos, más conocido como Plan Redia, que incluía la carretera N-VI, fue establecido por orden ministerial del 18 de enero de 1967. El Plan de Accesos a Galicia, que se inició en 1971, no incluía los itinerarios comprendidos en el Redia, por lo que la N-VI no figuraba en él. Pero como el Plan Redia conoció un final feliz en toda España, salvo en la carretera Madrid-La Coruña, el de accesos absorbió lo que quedaba sin hacer de aquél, dándosele la denominación de acceso norte en 1972.
Dentro de este acceso norte quedó incluida la N-VI a partir del puerto del Manzanal, en la provincia de León. El tramo de Astorga a Ponferrada estaba en ejecución avanzada y el resto de la obra iniciándose. Todas las obras entre las provincias de León y La Coruña han sido terminadas, a excepción del tapón que todavía existe entre As Nogais y Becerreá.
Tres son las opciones que para la realización de esta obra le han planteado. La primera pretende realizar el trazado siguiendo el curso del río Navia; la segunda, mejorar el trazado actual por la ladera de la montaña, y la tercera, la construcción de un túnel. Los Ayuntamientos de Lugo, As. Nogais, Navia de Suarna, Becerreá, Cervantes y Baralla y la diputación provincial se manifestaron por la alternativa del túnel, basándose en los resultados de diversos informes realizados.
Nieblas y heladas
Según los estudios hasta ahora realizados, llevar la nueva carretera siguiendo el margen del río Navia supondría superar las dificultades que entraña la presencia de nieblas y heladas en la mayor parte del invierno, así como la construcción de grandes puentes y la ocupación de amplias zonas de praderío, con la consiguiente oposición vecinal.La solución de la ladera también parece presentar dificultades insalvables, ya que exige la construcción de una vía lenta que provocaría la desaparición del núcleo urbano de Horta, exigiendo desmontes que podrían ocasionar importantes desprendimientos de tierra. Tras desechar estas dos alternativas, parece que la única viable sea la construcción de un túnel, que supondría un acortamiento en el trazado de 13,5 kilómetros. Pero también el MOPU ha descartado esta posibilidad por considerar que el túnel presenta la dificultad de tener que ejecutarse en un terreno donde es altamente probable la presencia de agua, previéndose también dislocaciones importantes que dificultarían esta solución. Por otra parte", se dice en un escrito remitido al alcalde de As Nogais, "desde el punto de vista de la explotación, la solución del túnel presenta también inconvenientes, pues la longitud que requeriría el que nos ocupa exigiría ventilación e iluminación, con los gastos de mantenimiento que de ello se derivan".
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